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CURSO DE CALIDAD DE AGUAS SUBTERRÁNEAS Y SU PROTECCIÓN
Red de vulnerabilidad de acuíferos (CYTED) - Universidad Mayor de San Andrés
(La Paz, (Bolivia), CYTED, 21 al 24 de julio del 2003)

LA CALIDAD DEL AGUA EN GRANDES CUENCAS SEDIMENTARIAS
(
APUNTES CURSO)

  1- ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LA CALIDAD DEL AGUA SUBTERRÁNEA
  2- CONTEXTO GEOLÓGICO
  3- MARCO HIDROGEOLÓGICO
  4- COMPOSICIÓN QUÍMICA DE LAS AGUAS
  5- EFECTO DE LAS CAPTACIONES SOBRE LA CALIDAD DEL AGUA
  6- CONCLUSIONES
  7- BIBLIOGRAFIA

Por:   Fernando Lopez Vera

E-Mail: fernando.lopez-vera@uam.es


Facultad de Ciencias. Universidad Autónoma de Madrid, España.
Telef:
(34) 913 974 807. Fax: (34) 913 974 900


  1.- ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LA CALIDAD DEL AGUA SUBTERRÁNEA

El establecimiento de la calidad química del agua se basa en su comparación con indicadores comunes, de acuerdos con los requerimientos de uso de dicha agua. Sin embargo cuando se trata de gestionar un acuífero, o en su caso una masa de agua subterránea, de forma sostenible es necesario tener en cuenta otras consideraciones; como son la tendencia en la evolución de la calidad del agua y en caso necesario tomar medidas para frenar dicha tendencia e incluso invertirla. Para ello es necesario tener la referencia de la calidad inicial o natural, que constituye el objetivo a alcanzar. De la misma forma ante un acuífero contaminado las medidas a adoptar tendrán como objetivo el recuperar dicha calidad de referencia o calidad de base. Así pues el establecer la línea de base o de referencia de la calidad natural de las aguas subterráneas, es un elemento estratégico fundamental para la gestión sostenible de los acuíferos, López-Vera, 2002 a y b. Esta estrategia es la adoptada por la Unión Europea en su directiva sobre política del agua, DOCE (2000) y desarrollada en CEC (2003).

La propuesta de la UE para establecer esta línea base o fondo químico de las aguas subterráneas no se encuentra desarrollada totalmente, pero se basa en la distribución estadística de indicadores comunes, tanto de elementos mayoritarios como minoritarios. Así mismo recomienda la toma de muestras que participen activamente en el ciclo del agua, predominantemente en la parte superior del acuífero (<70m) y que sean recientes (>1985). Cuando sea el caso, no obstante también considera muestras de acuíferos profundos. La propuesta también establece la definición de masa de agua subterránea, la metodología analítica y de muestreo, así como las definiciones para identificar las tendencias.

Cada masa o cuerpo de agua subterránea identificada según las normas de la UE, presenta características propias que es necesario investigar, aquí haremos algunas consideraciones sobre el acuífero del Terciario Detrítico de Madrid (en lo sucesivo ATDM ) que es un extenso acuífero que contribuye al abastecimiento de 4 millones de habitantes.


  2.- CONTEXTO GEOLÓGICO

El ATDM se instala es una subcuenca tectónica que ocupa la porción centro septentrional de la cuenca del Río Tajo, con una extensión de 2500 km2. Se trata de una cuenca intermontana formada en condiciones de clima semiárido continental, por abanicos aluviales superpuestos, durante el Neogeno. En ella se pueden distinguir un conjunto de tres facies sedimentarias, desde la más próxima al área fuente de los sedimentos a las más alejadas o de centro de cuenca, Figura 1:

Facies detríticas, al pie de los macizos montañosos, que constituye el principal acuífero. Se presentan en diferentes subfacies, figura 1 (A, B, C), según las diferencias litológicas (granitos, pizarras, etc) del área fuente, que se reflejan en los sedimentos.

Facies evaporiticas, constituidas por yesoso y margas yesiferas de centro de cuenca, figura 1 (E)

Facies de transición entre las dos anteriores, constituida por limos, arcillas y margas, figura 1 (D)

El paso de unas facies a otras es por cambio lateral, siendo transgresivas con numerosas indentaciones, las detríticas sobre las de transición y estas sobre las evaporíticas.

Las montañas del Sistema Central (Sierra del Guadarrama), que constituyen el área madre de estos sedimentos, están formadas por materiales plutónicos y metamórficas de edad paleozoica. Principalmente, gneises, pizarras y esquistos atravesados por intrusiones platónicas, de granitos de vario tipo y adamellitas, a las que se asocia algunas mineralizaciones de óxidos y sulfuros. Adosado al borde montañoso afloran unas calizas karstificadas de edad cretácica, que también constituyen un acuífero, figura 1 (F).

Figura 1 Distribución de litofacies en la cuenca de Madrid

A, B y C = Facies detríticas. D = Facies de transición E= Facies evaporitica central. F= Calizas cretácica de borde de la Sierra.

Bordes externos en blanco, rocas ígneas y metamórficas.

Dentro de la facies detrítica se distingue una gradación de textura que va de las mas gruesas que corresponden a las zonas apicales de los abanicos aluviales a las más finas de las zonas dístales, por lo que se suele diferenciar una formación gruesa de borde compuesta por bloques de rocas graníticas y metamórficas de hasta 3 metros de diámetro, englobados en una matriz de gravas finas y arenas gruesas, que constituyen cuerpos tabulares. Hacia el interior de la cuenca la formación anterior pasa lateralmente a la denominada unidad detrítica intermedia, compuesta por materiales conglomeraticos, arenas y arcillar. Estos sedimentos pertenecen a diferentes niveles estratigráficos y facies de desarrollo de abanicos aluviales y se extienden hasta conectar con las facies de transición y evaporiticas de centro de la cuenca, López-Vera, F (1977 a y b)

En general hay una distribución del tamaño de grano y un aumento de potencia de los niveles arcillosos desde el borde hacia el centro de la cuenca. El resultado es una formación constituida por niveles de arenas y arenas arcillosas, en paquetes de pocos metros de espesor, que se encuentran englobados en una matriz arcillosa.

El espesor del acuífero esta condicionado por la profundidad del basamento, que va de los 1200 a los 75 metros. Dicho basamento esta formado por los mismos materiales, rocas plutonicas, metamórficas y calizas que afloran en las montañas

La edad de estos materiales es Paleógeno-Neógeno y aunque en conjunto se considera un acuífero único, estratigraficamente se divide en dos subunidades: Una inferior Paleógena, de matriz arcillo-arenosa con depósitos de canal, de hasta 600 metros de potencia y otra superior Neógena, de arcosas de grano grueso y medio, muy arcillosas, en la que aumenta la proporción de arcillas y limos hacia el centro de la cuenca, figura 2.

El espesor útil máximo para la captación de agua, que coincide con la unidad superior Neógena, puede alcanzar los 700 metros. A partir de esta profundidad la calidad del agua empeora, viniendo marcado por un brusco aumento de conductividad con valores superiores a los 1500m mS/cm, y de la temperatura, López-Vera, F et al (1984)

Figura 2 Esquema general del acuífero indicando las zonas de recarga
FUENTE: López-Vera, F. (1994. En la escala vertical “0 m” es el nivel del mar ).

Sobre estos rellenos detríticos que colmataron la cuenca tectónica, formando un extenso glacis, se encajo la red fluvial cuaternaria, con valles de hasta 200 metros de profundidad, a los que se asocia depósitos fluviales de terrazas, fondos de valle, llanura de inundación, y glacis - coluviones, abanicos y conos de deyección instalados al pie de los relieves terciarios.

Litologicamente los depósitos cuaternarios están constituidos por gravas, arenas y arcillas. Generalmente conectados hidráulicamente con los ríos y pueden proporcionar caudales interesantes. Sin embargo son acuíferos muy vulnerables, por lo que la calidad de sus aguas está muy influenciada por la que tenga la del río y por las actividades antropicas muy intensa en estas zonas.

En sentido estricto la masa de agua que constituye el ATDM seria la que contiene la subfacies A de la figura 1 y el Neógeno del la figura 2, que corresponden a las unidades gruesa de borde e intermedia, constituyendo el acuífero más importante a l que nos referiremos a continuación.


  3.- MARCO HIDROGEOLÓGICO

A nivel general, el ATDM esta formado por un conjunto de lentejones arenoso-arcillosos de pequeño tamaño, distribuidos aleatoriamente en una matriz arcillosa. Esta estructura le da al acuífero, en conjunto, un carácter de único, libre, de gran potencia, heterogéneo y anisótropo, de baja permeabilidad.

Sin embargo, en el ámbito local, de sondeo, es la alternancia de niveles arenoso-arcillosos con niveles arcillosos, lo que da un comportamiento semejante al de un acuífero semiconfinado multicapa, López-Vera, F (1985)

Los parámetros hidráulicos varias entre los siguientes valores, tabla 1:

Tabla 1 Parámetros hidráulicos del Acuífero Terciario Detrítico de Madrid

Parámetro

Rango de valores

Tranmisividad (T) 1- 852 (m2/d)
Coeficiente de almacenamiento (S) 10 –5 –10 –1
Conductividad vertical (Kv) 0,089 –031 (m/d)
Conductividad horizontal (Kh) 10 –5 –0,9 (m/d)
Cociente de anisotropía (Kv / Kh) 10 - 1000
Porosidad (m) 1-20 %

El modelo conceptual de flujo aceptado supone que la recarga del acuífero se produce principalmente por la infiltración del agua de lluvia en los interfluvios y en menor cuantía lateralmente desde las montañas circundantes. La descarga se realiza a los cauces fluviales, dando lugar a dos tipos de flujo: uno local, a cauces fluviales adyacentes al interfluvio, y otro regional, a cauces más lejanos al interfluvio, pasando por debajo de los locales. La figura 3 presenta un esquema conceptual del sistema de flujo múltiple como los descritos por Toth, J.A (1962 y 1963), en el que esta muy exagerada la escala vertical.

Mediante estudios con isótopos ambientales López-Vera, F et al (1980), López Vera, F (1994), se apunta como fuentes de recarga también los aportes laterales de la sierra del Guadarrama y los del acuífero carbonatado del borde de la sierra. , Figura 2.

La cuantía de esta recarga tampoco es bien conocida, si bien se manejan las cifras estimadas de 150 a 200 hm3/año.

Figura 3 Esquema de la morfología del acuífero y el sistema de flujo subterráneo.
Mostrando el borde NW con las rocas ígneas y metamórficas de las montañas
del Sistema Central y el SE con las facies de transición y evaporíticas del centro
de la cuenca (López-Vera, F.1985)

La recarga en la zona de interfluvios depende de la geomorfología de la zona. Hay unas zonas de recarga preferentes coincidiendo con las depresiones de cabeceras de arroyos, por las zonas donde se satura el suelo, en las que la recarga se efectúa entre los meses de Noviembre a Abril, figura 4.

Por otra parte, hay unas zonas de recarga difusa, que son el resto de los interfluvios que aportan agua al acuífero únicamente en momentos excepcionales y de forma difusa, por lo que es de muy poca cuantía, como se deduce de ensayos con trazadores isotopicos, Araguas, L et al (1995) y López-Vera, F et al (1995)

Como consecuencia del modelo de flujo aceptado, los niveles piezométricos varían con la profundidad: En los interfluvios el potencial hidráulico disminuye al aumentar la profundidad, es decir, los pozos más profundos tienen sus niveles estáticos más profundos, mientras que en las zonas de descarga, el potencial hidráulico aumenta con la profundidad.

Figura 4 Recarga del acuífero Neógeno por infiltración en los interfluvios:
(a) Zonas de recarga preferentes. (b) Zonas de recarga difusa. López-Vera, F. et al (1995)

El tiempo de residencia estimado a partir de dataciones con Tritio, Carbono 14 y Cloruro -36, López-Vera, F et al (1980 y 1984) López-Vera, F (1980 y 1994),Gómez Martos, B, et al (1980) arroja edades radiométricas que van de 2.000 a 16.000 años BP.

Convencionalmente se consideran aguas antiguas o paleo aguas a las que tienen una edad superior a los 10.000 años. En nuestro caso, al tratarse de mezclas de agua estas edades pueden estar muy alejadas de los valores medios, pues varios son los factores a considerar:

La presencia de aguas menores de 40 años, con tritio al limite de detección, como uno de los componentes de la mezcla, en una proporción que puede variar de <5 % a un 55%. Una mezcla de un 20 % con agua moderna introduce un error (por rejuvenecimiento) de 1000 años.

Son frecuentes en las columnas de los sondeos niveles de arcillas y margas con materia orgánica, cuya actividad en C-14 es cero. También se señala en algunas muestras sobresaturación respecto a la calcita, lo que detrae C-14 de la solución al ser precipitado. Estos dos efectos solos o combinados pueden producir un envejecimiento geoquímico de varios miles de años.

Presumiblemente las aguas más profundas son también más antiguas, siendo imposible con los datos disponibles dar un tiempo de renovación fiable, pero resulta razonable pensar que se trata de unas mezclas de agua de unos pocos milenios de antigüedad con aguas mayoritariamente jóvenes de menos de 40 años.


  4.- COMPOSICIÓN QUÍMICA DE LAS AGUAS

Las características químicas de las aguas del ATDM están muy influenciadas por el sistema de flujo y por la litología del acuífero. En zonas de recarga, durante el paso del agua de lluvia que se infiltra por la zona no saturada se produce una hidrólisis de los silicatos, principalmente, haciendo que aumente su contenido en SiO2, en elementos alcalinos o alcalinotérreos, dándole una facies químicas tipo bicarbonatadas cálcicas o magnésicas Moreno, F et al (1979).

Cuando el agua entra en la zona saturada sufre otra serie de procesos modificadores de su quimismo (intercambio iónico con arcillas que aumentan su contenido en Na y reducen el de Ca y/o Mg, hidrólisis de silicatos con precipitación de SiO2 y neoformación de arcillas, precipitación de carbonatos que disminuyen el contenido en Ca y Mg, mezcla de aguas de distintos tipos, reducción de sulfatos ...), que se traducen en:

disminución de alcalinotérreos
aumento del pH
disminución de SiO2
disminución de T.S.D.

Con una marcada evolución geoquímica de las aguas desde las zonas de recarga a las de descarga, López-Vera, F (1977 y 1985)

La mineralización global del acuífero aumenta desde las zonas de intertluvio de los ríos principales, Manzanares-Jarama y Guadarrama-Manzanares hasta la zona sur del mismo, en contacto con las facies de transición y evaporíticas.

Este aumento está producido por dos causas, principalmente:

Disolución de rocas evaporitas, al entrar en contacto las aguas con estas rocas en la zona de facies de transición y evaporíticas. Dan lugar a aguas con alto contenido en sulfatos, calcio y magnesio.

Por envejecimiento de las aguas al haber realizado flujos de largo recorrido a través de los materiales detríticos. Este envejecimiento da un carácter alcalino al agua.

Se pueden definir unas características tipo de estas aguas en función de que sea zona de recarga o de zona de descarga, tabla 2.

Las desviaciones de la "configuración tipo", (línea base), presentada anteriormente, se atribuyen a influencias litológicas locales, descargas de flujo de corto recorrido, infiltración en condiciones climáticas diferentes, posición relativa de ciertas captaciones en el sistema de flujo, cambios de gradiente térmico, confluencia de flujos de distinto recorrido que produce zonas de mezcla, efecto ión común, reducción de sulfatos y nitritos, presencia de niveles de carbonatos,...

Las unidades gruesas de borde y detrítica intermedia contienen aguas de tipo bicarbonatado-cálcico con un T.S.D. entre 250 y 500 ppm y una dureza entre 10 y 50 °F, como se ha expuesto en el cuadro n° 1; evolucionando hacia facies bicarbonatadas-sulfatadas calco-sódicas al ir acercándose a la unidad de transición.

Las aguas de la formación evaporítica son de carácter mixto bicarbonatadas- sulfatadas cálcico-magnésico, con altos contenidos en cloruros y sodio. El T.S.D. está entre 1000 y 3000 ppm.

Tabla 2 Configuración tipo de las aguas (Unidades en mg/L)

En la unidad de transición las aguas son de tipo bicarbonatado-cálcico, con alto contenido en magnesio, un T.S.O. entre 500-1000 ppm.

Un estudio del fondo hidroquímico de elementos traza, permite diferenciar varias poblaciones, que se atribuye a la existencia de capas con diferentes condiciones hidrogeoquímicas (pH, EH, concentración del metal, flujo) y litológicas (mineralogía, origen, espesor de las capas, según Gómez Artola, C et al (2001). Las variaciones de las condiciones de pH y EH a lo largo del flujo provocan diversas reacciones que van a solubilizar o precipitar estos metales en distintas especies químicas. Así tenemos que en un campo de pozos en zona de recarga tenemos mayor concentración en fondo geoquímico de As, Al, B, Br, Co, Cu, Fe, Li, Mn, Be, Sr, y Th y menos de Ba,Cd, P,Sb y U que en la zona de descarga, destacando la diferencia de B, Be, Th y Sr, (mas del triple) y la del Ba y P (menos de la mitad).

La evolución temporal de la composición química de las aguas subterráneas con la explotación del acuífero parece no presentar grandes variaciones, para un campo de pozos. A modo de ejemplo, se presentan las tablas 3 y 4 de variaciones de los valores de concentración de elementos mayoritarios y minoritarios en aguas tomadas en pozos del Canal de Isabel II (C. Y. II, principal empresa de abastecimiento que explota el ATDM) con profundidades entre 250 y 500 m, en dos momentos distintos de un período de bombeo, ITGE- CY II (1997)

En las tablas 3 y 4 se observa que los aumentos de concentraci6n son prácticamente iguales que las disminuciones, en especial en los elementos mayoritarios y siempre de muy escasa cuantía, por lo que no se pueden considerar como significativas dichas variaciones

Tabla 3 Rango de variación de elementos mayoritarios para campos de
pozos del Canal de Isabel II. Elementos en mg/L. conductividad
mS/cm

Tabla 4 Rango de variación de elementos minoritarios para campos de pozos
del Canal de Isabel II. Elementos en
mg/L.

Sin embargo a un estudio detallado en los pozos individualmente muestra cambios significativos en el quimismo del agua.


  5.- EFECTO DE LAS CAPTACIONES SOBRE LA CALIDAD DEL AGUA

Estudios hidrogeoquimicos e isotópicos detallados que realizamos en 13 pozos del sistema de abastecimiento a Madrid pertenecientes al C.Y.II, con profundidades comprendidas entre 350 y 600 m nos permitió caracterizar químicamente el agua de diversos niveles de profundidad y los cambios producidos por la mezcla de ellos en los pozos que evolucionan con el bombeo, Gómez Artola, C, et al, 1997 y López-Vera, F, et al (1997)

Todos los pozos tienen, el espacio anular entre la pared del sondeo y la entubación, cementados en los primeros 25-30 m desde la boca del sondeo y el primer tramo filtrante se sitúa, en función de que el pozo se haga en zona de interfluvio (recarga) o en zona de descarga, a partir de los 100 o de los 40 m de profundidad. Los muestreos se hicieron mediante bombeos escalonados que abatían progresivamente el nivel dinámico.

En todos los casos las muestras se diferencian estadísticamente por su composición si bien en los pozos de zonas de recarga los escalones más profundos comprenden características mezcla de muestras más superficiales. También se observa como las muestras procedentes de niveles más superficiales son saturadas en calcita mientras que las mas profundas estas subsaturadas en este mineral. En las zonas de descarga el proceso es inverso, al predominar el flujo vertical ascendente. En todos los casos, las mezclas en proporciones muy variables se identificaron mediante balance de cloruros.

No obstante los cambios geoquímicos observados con el bombeo el rango de variación, aunque significativos, son pequeños y no afecta en gran medida a la calidad del agua, sin embargo con bombeos prolongados, mas de quince años de explotación continua, se han observado cambios más importantes que afectan a la calidad, como es la aparición de Arsénico y Nitratos en zonas donde queda descartada la contaminación antropica.

En una industria cervecera tras casi veinte años de explotación se detectaron en muy poco tiempo concentraciones de As de hasta 365 mg/L y en campos de pozos de urbanizaciones privadas concentraciones de 60 a 90 mg/L. El problema se generalizo cuando la normativa sanitaria redujo de 50 mg/L el limite máximo de As a 10mg/L

El origen del As se atribuye a minerales primarios como arsenopiritas, sulfoarseniuros, limonitas y arseniatos de hierro en estos materiales detríticos de la cuenca de Madrid. En la existencia del As intervienen fundamentalmente la movilidad y las propiedades redox del medio. El As en agua es muy poco móvil, y en el medio subterráneo profundo donde imperan las condiciones reductoras precipita. Pero la existencia de hierro III como elemento oxidante forma arseniatos que son más solubles. Este fenómeno se manifiesta principalmente en la zona de grandes abatimientos del nivel freático próxima a los pozos, de forma que cuando se reinicia el bombeo es en estos primeros momentos cuando se miden las mayores concentraciones. El mismo comportamiento se ha observado en elementos afines como el Plomo, Cobre, Zinc, Níquel, Cobalto y Cromo.

En las zonas del acuífero próximas a las facies de transición se observan de la misma forma altas concentraciones de nitratos que se relacionan con la explotación y en la que se descarta la contaminación antropica, por ser una región de agricultura de secano, no existir población ni granjas ganaderas, López-Vera, F (1981 y 1982). En esta zona se cita explotaciones de nitrato potasico o salitre y de nitrato sodico durante los siglos XVII y XVIII mediante lavado del terreno para la fabricación de pólvora negra. Los nitratos se forman de manera natural a partir de nitrógeno atmosférico en un medio oxidante y alcalino como el que nos ocupa, al que contribuyen bacterias nitrificantes propia de la vegetación natural. La alta movilidad de los nitratos facilita su incorporación a las aguas subterráneas y esta se incrementa con la explotación al forzar el bombeo la infiltración. Este mecanismo es responsable de un incremento del fondo geoquímico en esta región de 10 a 20 ppm y concentraciones locales de hasta 40 ppm, que en ningún caso suponen una limitación al uso del agua, según la normativa vigente.


  6.- CONCLUSIONES

En las grandes cuencas sedimentarias detriticas, se pueden diferenciar diversas masas de agua subterránea, que en general guardan relación con las diferentes litofacies. Estando determinada su calidad natural por la litología y el flujo.

Es necesario considerar grandes espesores de acuífero (> 70 m) y aguas con largos tiempo de residencia. No obstante esto no afecta en gran mediada a la calidad.

Las variaciones del valor de la conductividad del agua con el tiempo, no esta asociado a un mismo elemento químico y no es constantes ni en una captación individual ni en un área determinada. Estas variaciones de conductividad, se suelen asociar a cambios paralelos de concentración de un conjunto de iónes mayoritarios, no a las variaciones de pares de iónes determinados.

Las captaciones más profundas pueden presentar concentraciones más bajas que las mas someras. En estas hay mas dispersión de valores y mayores rangos de variación de concentraciones.

La línea base de calidad esta determinada por la mezcla de aguas con pequeñas diferencias geoquímicas, manteniéndose constante en un rango.

La explotación produce cambios químico-físicos en el acuífero produciendo la movilización de ciertos elementos minoritarios presentes en los sedimentos que en ocasiones puede ser considerada como una “contaminación natural”, como es el caso del Arsénico y en ciertas ocasiones de los nitratos.


  7- BIBLIOGRAFIA

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Madrid, Mayo del 2003.


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