ESTADO Y GESTIÓN DE LOS RECURSOS HÍDRICOS EN EL ECUADOR
Por: | Dr. Ing. Remigio H. Galárraga Sánchez, M.Sc |
Profesor
Principal
Departamento de Ciencias del Agua
Escuela Politécnica Nacional
Quito, Ecuador
5932 228113
Los Recursos Hídricos de la República del Ecuador están sujetos a una presión que es una función de la demanda del agua para satisfacer las múltiples necesidades que dependen de ella y de la desigual distribución del agua tanto en el espacio como en el tiempo. Muchas instituciones públicas y privadas nacionales tienen que ver con este cada vez más escaso recurso natural, lo cual perjudica su racional accionar al momento de servir a las comunidades y habitantes asentados dentro de sus fronteras, los cuales en muchos de los casos, comparten y litigan con fronteras naturales, políticas y administrativas.
La conservación, el manejo adecuado y sustentable del agua es particularmente importante en el país, pues las desigualdades de riqueza potencial entre diferentes cuencas y entre los diferentes actores sociales están estrechamente vinculadas al acceso al agua; adicionalmente, el 70% de la energía eléctrica en el Ecuador es de origen hidráulico.
2.- CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA REPUBLICA DEL ECUADOR
La República del Ecuador está localizada en la parte noroeste de América del Sur. Geográficamente está ubicada entre las siguientes coordenadas: 1°2839 de Latitud Norte; 5°0100 de Latitud Sur; 75°1149 de Longitud Este y 81°0037 de Longitud Oeste. El Ecuador también está constituido de la Región Insular de Galápagos, la cual está ubicada entre las siguientes coordenadas geográficas: 1°3900 de Latitud Norte; 1°2300 de Latitud Sur; 89°1400 de Longitud Este y 92°0030 de Longitud Oeste. Los límites del Ecuador son: al Norte y Noreste con Colombia, al Este y Sur con Perú y al Oeste con el Océano Pacífico. El Ecuador tiene una extensión territorial de 256.370 Km². El Archipiélago de Colón o Galápagos está compuesto por 13 islas, 17 islotes y 47 rocas de diferentes tamaños de origen volcánico; tiene una superficie de 8006 Km² y está ubicado a 1000 Km. del territorio continental. La conformación del sistema hidrográfico en el Ecuador y por lo tanto la definición de las cuencas hidrográficas, está determinado por la localización de la Cordillera de los Andes, la cual atraviesa el Ecuador de Norte a Sur.
La ubicación de la Cordillera de los Andes da lugar a la conformación de tres regiones naturales continentales muy diferenciadas: la Región Litoral o Costa, la Región Interandina o Sierra, la Región Amazónica u Oriental. Además se define una cuarta región, la Insular, que comprende el Archipiélago de Colón, Provincia de Galápagos.
Según la Nueva Constitución Política vigente a partir del 10 de Agosto de 1998, El Ecuador es un Estado social de derecho, soberano, unitario, independiente, democrático, pluricultural y multiétnico. Su gobierno es republicano, presidencial, electivo, representativo, responsable, alternativo, participativo y de administración descentralizada. El Territorio del Ecuador es indivisible. Para la administración del Estado y la representación política se dividen en provincias, cantones y parroquias. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), proyectó para el año 2000, una población de 12´572418 habitantes, siendo, por tanto, su densidad poblacional de 49.04 hab/Km² y su tasa de crecimiento poblacional de 2.11% anual.
3.- ESTADO DE LOS RECURSOS HÍDRICOS EN EL ECUADOR
El territorio nacional se divide en 31 Sistemas Hidrográficos, conformados por 79 cuencas. Estos sistemas corresponden a las dos vertientes hídricas que naciendo en los Andes drenan hacia el Océano Pacífico en un número de 24 cuencas, la cual representan 123.243 Km2, con un porcentaje de superficie del territorio nacional de 48,07%; y en un número de 7 hacia la Región Oriental, la cual enmarca una área de 131.802 Km2 y que representa el 51,41% del territorio nacional. La superficie insular aledaña al continente es de 1.325 Km2, que representa el 0.52% del territorio nacional.
Los aportes totales de la red hidrográfica nacional, con un error del 30% probable, son de 110 billones de m3 por año en la vertiente del Océano Pacífico y de 290 billones de m3 por año en la vertiente Amazónica. Existe una gran heterogeneidad de la distribución espacial de los caudales en las diferentes regiones geográficas del Ecuador, dado por las diversas condiciones físico-climáticas imperantes en el territorio nacional. El grado de uso del agua subterránea en el Ecuador es bajo, a excepción de la hoya de Latacunga.
4.- USO Y MANEJO DEL AGUA EN LAS CUENCAS DEL ECUADOR
4.1.- Uso y Manejo de Agua Potable y Saneamiento
La cobertura de los servicios de agua potable y alcantarillado para 1998, con 36.8% y 41.8%, del total de hogares, respectivamente, colocan al Ecuador en un nivel intermedio de prestación de este servicio, con relación al resto de países de América Latina. El área urbana y la cobertura de infraestructura de agua potable y alcantarillado del Ecuador se ha incrementado notablemente en las últimas cuatro décadas, dando lugar al desarrollo acelerado de ciudades intermedias como el caso de Cuenca, Machala, Ambato y Santo Domingo de los Colorados.
En general, la mayor desproporción en la cobertura se observa entre las áreas urbanas y rurales, siendo especialmente críticas las carencias en las áreas rurales de la región Oriental y de las provincias de Cotopaxi, Tungurahua, Imbabura y Esmeraldas, problema que viene acompañado de otros factores como la reducida productividad agropecuaria o la concentración de la distribución de la tierra y el agua; este problema se ha agudizado en los últimos años, pues la cobertura media de agua potable en el ámbito rural habría disminuido de 38% a 32%, mientras que la cobertura urbana se habría incrementado de 60.1% a 74.3%. En lo que a cobertura urbana se refiere, las carencias mayores se encuentran en las provincias de Napo, Guayas y Esmeraldas, con coberturas menores al 50%.
Estos porcentajes no dan cuenta de los problemas de calidad de los cuerpos receptores y de fallas en el funcionamiento de los sistemas cuando ocurren lluvias intensas. La única ciudad que cuenta con un sistema de tratamiento completo de sus aguas servidas es Cuenca; de los 214 cantones del país, apenas 19 tienen algún tipo de tratamiento, mayoritariamente lagunas de oxidación. Las cuencas de drenaje urbano (y por ende sus sistemas de alcantarillado), presentan problemas de crecidas y caudales máximos, como resultado del cambio del uso del suelo fruto de los desordenados procesos de urbanización. Pese a esto, con excepción de las ciudades de Quito y Cuenca, existe una escasa atención a actividades permanentes de hidrometría e hidrología urbana en las instituciones encargadas del manejo del agua potable y alcantarillado.
El manejo del abastecimiento de agua potable y alcantarillado en el ámbito urbano, se realiza a través de las Municipalidades y Empresas de Agua Potable, cuyos directivos principales son renovados con el cambio de las autoridades municipales, en la mayor parte de los casos. Existen en la actualidad dos casos de participación privada, Zamborondón en la provincia del Guayas y Tena en la provincia de Napo. En el ámbito rural, a estas unidades se suman las Juntas de Agua. Pese a que estas entidades tienen cierta autonomía, sin embargo acusan un patrón bastante uniforme de subvenciones gubernamentales para proyectos de capital y operación y mantenimiento; los ingresos de operación sufragan entre 59 y 77% de los costos de operación, la diferencia y otros costos de estas empresas corresponderían a subvenciones.
Para mantener los ritmos actuales de desperdicio y de consumo, se requiere una producción de alrededor de 320 lt/hab/día. De mantenerse esa tasa de consumo y la cobertura del servicio de agua estimada para 1995 hasta el fin de siglo, la producción de agua potable necesaria para el año 2000 será de aproximadamente 72 millones de m3/mes. La racionalización del consumo y disminución de las pérdidas, de modo de poder disminuir la producción a un valor razonable de 250 lt/hab/día, permitiría que con el mismo volumen de agua se pueda incrementar la cobertura de 57% a 74%; esta parece ser la tendencia, pues las fuentes más económicas y abundantes ya se han explotado.
4.2.- Calidad del Agua
Para 1996, los problemas ocasionados por la calidad del agua que se consume son palpables: la enteritis y otras enfermedades diarreicas son las causas principales de mortalidad infantil, que ocurre a una tasa de 8.6 por cada 1000 nacidos vivos en el ámbito nacional. Pese a la presencia de contaminación industrial urbana, especialmente en los ríos que drenan grandes ciudades, la falta de caracterización de los vertidos impide el poder determinar el comportamiento de los cuerpos receptores ante dichas solicitaciones.
Casi todos los ríos del país cercanos a las áreas urbanas tienen altos niveles de coliformes, DBO, nitrógeno y fósforo. Si bien los estudios realizados son escasos, confirman la utilización de pesticidas en la agricultura (algunos de ellos de prohibida importación), en los suelos de las cuencas de aportación de agua potable de las ciudades, incluso sobre cotas de terrenos no aptos para uso agrícola. Desde inicios de la década de los 80s, el aumento dramático de la explotación artesanal de oro, genera problemas de contaminación de metales pesados hacia los ríos que drenan en los diferentes distritos mineros, limitando los diferentes usos y afectando a otras actividades en las partes inferiores de estos. Pero la contaminación de origen petrolero es quizá la contaminación industrial más importante en el país; sin embargo, valores a corto plazo más obvios hacen que los ecosistemas acuáticos sean sacrificados en los ríos y cuencas.
Las áreas con más alta contaminación de sus recursos hídricos en el país son: el Golfo de Guayaquil, que incluye los ríos Daule y Babahoyo; cuenca del río Portoviejo y la parte baja de los ríos Chone, Esmeraldas, Cayapas y Santiago; cuenca de los ríos Pindo, Chico y Puyango; en la vertiente Amazónica, las cuencas de los ríos Napo, Pastaza y Zamora; en la región interandina, las áreas de influencia de las ciudades de Quito, Cuenca, Ambato, Loja e Ibarra.
El manejo de la calidad del agua se realiza a través de numerosas instituciones gubernamentales con funciones superpuestas, en medio de un marco legal abundante, pero que no ha proporcionado un sistema efectivo de gestión.
Dos fenómenos contrapuestos se presentarán en los próximos años: por un lado, el aumento de los volúmenes de desechos líquidos y sólidos producto del crecimiento poblacional y la actividad industrial; y por otro, la demanda de agua de buena calidad para abastecimiento humano, industrial y agrícola. También es de esperar el aumento de desechos peligrosos provenientes de la industria petrolera, minera y de fertilizantes y pesticidas usados para la agricultura.
4.3.- Uso y Manejo del Agua para Electricidad
De los sistemas hidroeléctricos en operación, el 88.32% de la energía proviene de grandes centrales hidroeléctricas, el 9.22% de medianos aprovechamientos; y, el 2.46% de pequeñas centrales, para una potencia instalada total de 1456 Mw. La producción y comercialización estuvo mayoritariamente en manos del Instituto Ecuatoriano de Electrificación (INECEL) y de las diferentes Empresas Eléctricas, en las cuales INECEL tenía una participación mayoritaria. La excepción ha sido la Empresa Eléctrica del Ecuador (EMELEC), la cual goza de una concesión que le permite producir, distribuir y comercializar la energía eléctrica en la ciudad de Guayaquil. La estructura actual de sector eléctrico nacional está conformada de la siguiente forma:
a) El Consejo Nacional de Electricidad (CONELEC);
b) El Centro Nacional de Control de la Energía (CENACE);
c) Las empresas eléctricas concesionarias de generación;
d) La Empresa Eléctrica Concesionaria de Transmisión; y
e) Las empresas eléctricas concesionarias de distribución y comercialización.El CONELEC ejerce las actividades de regulación y control del sector eléctrico, el CENACE tiene a su cargo, la administración de las transacciones técnicas y financieras del Mercado Eléctrico Mayorista.
Para 1998, la cobertura de población con acceso a electricidad alcanzó valores cercanos al 92.7%, con una cobertura para la ciudad de 99.7% y una cobertura para el campo de 82%. Pero estas cifras no reflejan los problemas del sector eléctrico, que se evidenciaron en los estiajes del río Paute de los últimos años y que provocaron racionamientos de energía, en el ámbito industrial y doméstico. El 70% de la energía producida es de origen hidráulico (mayoritariamente aprovechamientos de mas de 50 Mw), y el restante 30% con generación térmica.
En la actualidad, acogiéndose a la Ley de Modernización, hay una participación creciente del sector privado en la generación de electricidad. Según las disposiciones legales vigentes, INECEL desapareció y vendió sus instalaciones de generación, transmisión y distribución, para dar paso al Consejo Nacional de Electricidad (CONELEC); el cual se ha convertido en un ente normador y regulador directo del sector, dando paso a la constitución de empresas abiertas a la participación de capital privado, en los proyectos de generación, transmisión, distribución y comercialización que manejaba INECEL.
El mayor problema de los proyectos de generación de energía, en relación con la calidad de agua, son los sólidos suspendidos que provocan un excesivo desgaste del equipo hidromecánico y el arrastre de sedimentos que acorta la vida útil de los embalses. Para protección de la central hidroeléctrica del Paute y para regular los caudales de la misma, se implementará a corto plazo el proyecto Mazar. Igualmente, deberá mantenerse e incrementarse programas de manejo de las cuencas hidrográficas con aprovechamientos hidroeléctricos, particularmente en la de los ríos Paute y Pastaza.
4.4.- Uso y Manejo del Agua en Riego
El área regable neta del Ecuador es de aproximadamente 3136.000 Has, el 93.3% de las cuales están sobre las cuencas de la vertiente del Pacífico y la diferencia sobre la vertiente Amazónica. La cuenca más importante en extensión es la del río Guayas, que representa el 40.4% de la superficie regable del país, seguida de la del río Esmeraldas con el 12.6%. Del total del área regable, apenas 560.000 Has están bajo riego, lo que representa el 30% de la superficie cultivada del país. Sin embargo la agricultura bajo riego tiene una significación mucho mayor que la de secano, aportando aproximadamente con el 75% del valor de la producción agrícola nacional.
La mayor parte del consumo de agua del Ecuador se destina al riego, estimándose su uso en un 80% del consumo total; sin embargo, las pérdidas en la captación, conducciones primarias, secundarias y terciarias y en el ámbito de parcela, hacen que las eficiencias varíen entre el 15% y 25%.
Pese a que es poco lo que se conoce sobre el riego privado, estos sistemas cubrirían aproximadamente 460.000 Has (83%), correspondiendo la diferencia, esto es 108.000 Has a cultivos regados con sistemas públicos. Existe una desigual distribución de la tenencia del agua, que confirma la desigual distribución de la tenencia de la tierra: el 88% de los beneficiarios del riego, minifundistas, disponen de entre el 6 y el 20% de los caudales totales disponibles; en contraste, entre el 1 y 4% del número de beneficiarios, hacendados, disponen del 50 al 60% de los caudales disponibles.
En riego público se han realizado ingentes inversiones en proyectos de propósitos múltiples, pero con costos que exceden largamente a los beneficios; lo que es más grave, buena parte de los costos del riego no se destinó al subsidio a los agricultores, sino que se desperdició en costos no recuperables de infraestructura de riego improductiva e imposible de vender. Los beneficios de los proyectos son proporcionales al tamaño de las propiedades, siendo los grandes terratenientes los que reciben participaciones desproporcionadamente mayores.
En 1994 el manejo y administración del agua se modificó considerablemente, con la desaparición del Instituto Ecuatoriano de Recursos Hídricos (INERHI) y la creación del Consejo Nacional de Recursos Hídricos (CNRH), sin las funciones de estudiar, construir y operar sistemas de riego, pero manteniendo las responsabilidades de regular los varios usos del agua, así como la de formular políticas para el aprovechamiento y gestión de los recursos hídricos, conceder y administrar las concesiones de derechos de uso de agua, preparar los planes de inversión, establecer las normas y regulaciones que normalicen el uso del agua y la coordinación de la gestión gubernamental y regional en la administración del agua. Paralelamente, se definió como política de Estado la transferencia de los sistemas de riego a los usuarios, para lo que se cuenta con un financiamiento del Banco Mundial. La situación actual del riego público se ha agravado, pues las Corporaciones Regionales de Desarrollo, cuentan con escasos recursos materiales, económicos y financieros para operación y mantenimiento de los sistemas de riego estatal.
5.- INTERVENCIÓN PÚBLICA Y PRIVADA EN EL AGUA
Según la Ley de Aguas vigente, el agua de los ríos, lagos, lagunas, manantiales y las subterráneas, son bienes nacionales de uso público, están fuera del comercio y su dominio es inalienable e imprescriptible. Su asignación se realiza mediante concesión de derechos de aprovechamiento por parte del CNRH, a través del dictamen del Jefe de la Agencia de Agua.
Las inversiones realizadas y por realizar en infraestructura para aprovechamiento hidráulico tienen un elevado peso sobre la composición de la deuda externa del Ecuador, sin embargo tiene defectos derivados principalmente de la falta de un enfoque global y de la deficiente información hidrometeorológica. En contraste, las instituciones encargadas de la investigación, planificación y administración del recurso agua no han tenido prioridad para acceder a un presupuesto digno.
A la falta de coincidencia de la división político administrativa del Ecuador con los sistemas hidrográficos existentes, se suma la superposición y ambigüedad institucional respecto a concesión de derechos de aprovechamiento, control de calidad de agua, cobro de las tarifas y manejo de cuencas (para lo que no hay responsabilidades institucionales concretas).
Para el estudio de la evaluación de la disponibilidad, calidad y administración de usos del agua en todo el territorio nacional, el Estado cuenta con varias instituciones encargadas de esas tareas: el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología INAMHI, adscrita al Ministerio de Energía y Minas; la Subsecretaria de Saneamiento Ambiental (adscrita al Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda); nueve corporaciones de Desarrollo Regional (CEDEGE, CRM, PREDESUR, CREA, CORSINOR, CORSICEN, CODELORO, CODERECH, CODERECO), dos entidades para la región marítima costera (DIGMER e INOCAR), todos los municipios y consejos provinciales; y como entidad central está el CNRH, constituido como un cuerpo colegiado de cuatro ministerios y la Secretaría Nacional de Planificación. Esta multiplicidad institucional no está orgánicamente estructurada; el CNRH, por un lado depende de ministerios (Ministerio de Agricultura y Ganadería, de Finanzas y Crédito Público, de Energía y Minas, de Desarrollo Urbano y Vivienda) sobre los cuales debería ejercer rectoría en materia de agua y por otro carece de representación de los usuarios que más necesitan del agua.
El esquema de tarifas del agua para sus diferentes usos, en general indiferenciado y subsidiado, es un limitante para recuperar los costos de operación y mantenimiento y a la vez disminuir el desperdicio y las pérdidas no técnicas. Igualmente, las penas establecidas por contaminación del agua no guardan relación con la gravedad de las faltas y no se establecen estímulos para motivar cambios en los procesos productivos.
En cuanto al riego privado, durante la presente década se ha incrementado notablemente el área y el uso de agua para el cultivo de flores (en Imbabura, Pichincha y Cotopaxi, principalmente), de banano, especialmente en las provincias de El Oro, Guayas, Los Ríos y Esmeraldas. También en las cuencas que vierten al Pacífico, especialmente de las provincias de Guayas, Manabí y Esmeraldas, la expansión de la producción de camarón presiona sobre el agua y sobre el suelo de los manglares, provocando su retroceso. En general, son procesos tecnológicos sofisticados y orientados a la exportación.
El riego particular, privado y comunitario, tiene un enorme potencial de aporte económico para el país, con inversiones relativamente pequeñas y recoge una larga experiencia de gestión social del agua, con bajos costos de implementación y manejo.
6.- PROBLEMÁTICA RELEVANTE EN EL USO Y MANEJO DEL AGUA EN LAS CUENCAS
La escasez de agua es alarmante en las provincias de Loja, la costa de Manabí, la parte occidental de la península de Santa Elena en Guayas y partes de las provincias de Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo, ubicadas en la cuenca alta del río Pastaza. Los niveles de precipitación son en general bajos, con una escasa capacidad de regulación anual del agua disponible.
La solución al problema de déficit de agua en las cuencas deficitarias del país no es única. Así, para las cuencas identificadas como deficitarias con abundancia de aguas sobrantes, como el caso de la cuenca del Guayas, se puede trasladar caudales hacia zonas deficitarias como la Península de Santa Elena; la cuenca del Esmeraldas podría transferir caudales excedentes hacia la del Guayas; la cuenca del río Pastaza puede aportar volúmenes considerables a las de los ríos Chimbo o Chanchán.
Para las cuencas deficitarias con sobrantes mínimos, la solución es el trasvase desde otras cuencas, sin dejar de lado otras soluciones, como podría ser la conservación del agua. Este es el caso de las cuencas de los ríos Muisne, Cojimíes, Jama, Chone, Portoviejo, Jipijapa, Zapotal, Taura, Balao y Arenillas-Zarumillas.
La ejecución de los proyectos binacionales Catamayo-Chira y Puyango-Túmbez, con un enfoque integral puede ser solución a largo plazo para el déficit hídrico y desertificación de la provincia de Loja, y para satisfacer la demanda en la provincia de El Oro.
Uno de los mayores impactos ambientales producidos por el agua es el resultante de los excesos de agua por precipitaciones estacionales y extraordinarias, como las ocasionadas por el fenómeno de El Niño, especialmente crítico en vivienda y cultivos de zonas propensas a inundaciones y en grandes extensiones de las partes bajas de las cuencas de la costa. Los sectores más afectados son el sistema vial, la agricultura y la ganadería. Los efectos mas importantes están dados en los efectos destructivos en la infraestructura vial y pública, de la costa principalmente, destrucción de propiedad privada, muerte de personas y animales, aparecimiento de epidemias, daños al sector agrícola por una reducción brusca de su productividad e incremento de los precios de bienes y servicios, y disminución de alimentos, medicinas, bienes en general.
Las condiciones físicas de las cuencas hidrográficas acompañadas de condiciones hidrometeorológicas en muchos casos extremas tienen un impacto directo en la producción de sedimentos y en la degradación de las mismas, las cuales son acentuadas por la acción directa del hombre, especialmente por la expansión de la frontera agrícola hacia las tierras altas de montaña, especialmente los páramos y zonas boscosas. Esto conlleva a una perdida paulatina, pero considerable de los suelos y la reducción de la capacidad productiva de los mismos, un incremento en el escurrimiento superficial, disminución de la capacidad de retención de agua en los suelos y una alteración del ciclo del agua a nivel de cuenca.
El uso del agua en varias actividades conlleva a la contaminación de la fuentes de suministro de agua y produce una degradación de la calidad de la misma, se produce un incremento en el número de enfermedades de tipo hídrico, efectos negativos en muchos de los casos irreversibles al medio ambiente y la degradación genética de fauna y flora. Los principales elementos de contaminación en el Ecuador son: uso indiscriminado e indebido de productos químicos en la agricultura, incorporación de contaminación biológica producto de los desechos humanas urbanos y tóxicos de industrias y fábricas. Existe además contaminación debido a la salinización, presencia de los desagües de camaroneras, intrusión de agua salada a los acuíferos costeros, y contaminación en zonas auríferas, principalmente por mercurio. Este fenómeno se ha visto incrementado y acelerado en los últimos tiempos además por la ineficiencia del estado en el control adecuado y punitivo de la contaminación.
Finalmente, los problemas asociados al agua no son únicamente atribuibles al recurso en si, sino también a la baja capacidad institucional en el manejo y gestión del agua, los cuales tienen que ver entre otras puntos, con la inestabilidad de los mas altos niveles de dirección de los organismos relacionados con el agua, las dificultades financieras que las entidades encargadas del manejo y gestión de los recursos hídricos pasan debido a la crisis económica nacional, una débil y desarticulada gestión institucional en materia de recursos hídricos, una falta de coordinación entre las entidades encargadas del manejo y gestión del agua, un inadecuado sistema de recolección de datos hidrometeorológicos, una falta de personal altamente capacitado y una existencia mínima de operación y mantenimiento de los sistemas de recursos hídricos, especialmente en el sector riego.
7.- ÁREAS DE RECUSOS HÍDRICOS A SER ESTUDIADAS
Es necesario la cuantificación de las reservas de agua alternativas que tiene el país, como es el caso de los glaciares existentes y sus posibles variaciones futuras, por cambios en los patrones de temperatura global. Todos los nevados son fuentes de agua para diversas actividades, tales como la pesca deportiva y artesanal, abastecimiento de agua potable (La Mica, Quito Sur), alimentación de acuíferos cercanos a los nevados, usos en la agricultura, etc.
La segunda en importancia, de mayor extensión que la anterior, son los páramos, fuente importante de agua, especialmente de las cuencas altas de toda la cordillera de los Andes. Estas grandes extensiones territoriales son poco conocidas desde el punto de vista hidrometeorológico, aunque se conoce de su importancia, no solo como fuete de agua, sino desde el punto de preservación y conservación de los ecosistemas de páramos. Por esto que se hace necesario realizar inversiones en investigaciones hidrometeorológicas intensivas para evaluar su real potencial como fuente y reserva futura de agua de excelente calidad.
Los sistemas de aguas subterráneas son de primordial importancia y se hace imperiosa la necesidad de cuantificar las reservas existentes y la disponibilidad tanto en cantidad como en calidad. Se debe a toda costa, evitar la contaminación de este recurso, pues el agua subterránea, puede ser fuente complementaria y en algunos casos única de suministro de agua para riego y agua potable en zonas donde los recursos superficiales son cada día mas escasos, tanto en su cantidad, como debido al deterioro de su calidad, lo que le hace inutilizable.
La capacitación del personal relacionado con el manejo, administración y gestión de los recursos hídricos tiene que ser permanente y a todos los niveles de dirección y debe contar con un pensum de materias relacionadas con administración de recursos hídricos, planificación y manejo del agua, mantenimiento y preservación de obras hidráulicas de infraestructura, legislación ambiental en general, actualización de hidrometeorología, etc.
La modernización del sector agua en el Ecuador debe venir acompañada de la actualización legal de los cuerpos jurídicos existentes, sobre todo en lo que tiene que ver con la aplicación de esas normas y en especial en su ejecutabilidad punitiva en materia de contaminación.
Texto de 10 de Marzo 2001
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