III CONGRESO IBÉRICO SOBRE
GESTIÓN Y PLANIFICACIÓN DEL AGUA.
"La directiva marco del agua: Realidades y futuros"
EL SANEAMIENTO DE LAS CIUDADES EN AMÉRICA LATINA
Gregorio Arias Sánchez
Ingeniero de Caminos,
Canales y Puertos
Gerente Corporativo de Ingenieria y Medio Ambiente
Grupo Triple A
COLOMBIA
De acuerdo con las cifras de Banco Mundial, desde 1950 a 1995 la población de América latina aumentó de 179 a 481 millones de habitantes, lo cual supone una mayor carga sobre la infraestructura existente. La tasa de crecimiento poblacional para el año 2002 ha sido de 3% anual. La tendencia de crecimiento en la población no solo no se detendrá sino que continúa en aumento.
El porcentaje de latinoamericanos que contaba con instalaciones de evacuación de aguas servidas supone una cobertura del 48 % de la población total (52% en área urbana y el 39 % en rural). Solo un 5% de las aguas de alcantarillado de las ciudades recibe algún tipo de tratamiento.
Es difícil generalizar acerca de cualquier condición en Latinoamérica, debido a la diversidad económica, social y ambiental de cada región, tanto entre países como en una misma nación. Un factor sociológico a destacar es la gente pobre que vive en áreas urbanas y habita en colonias y arreas no adecuadas para el desarrollo (laderas empinadas en cerros, zonas pantanosas, planicies inundables, cuencas de arroyos).
En Latinoamérica existe una marcada diferencia entres la población de escasos recursos y la de altos ingresos lo que también se refleja en el acceso a infraestructuras de saneamiento y depuración de aguas residuales. El 80 % tiene cobertura de servicio de saneamiento en estratos superiores y solo el 18 % en estratos bajos.
Así también cabe destacar las escasas condiciones de salubridad que aparecen en determinadas áreas urbanas. Las personas de escasos recursos se encuentran más susceptibles a las enfermedades y potencialmente debido también a la escasa alfabetización de estos núcleos, están menos conscientes de cómo mantener las condiciones salubres lo cual leva a una mayor propagación de enfermedades en la población general.
La población total de América latina (462 millones)se encuentra repartida en 26 países desde México a Chile. Podemos agrupar en grandes países como Brasil (161) México (90)Colombia (36) Argentina (35) Perú (24) Venezuela(22) que agrupan un 80 % del total.
La tasa media de crecimiento es de 3% anual.
La cobertura media de servicio de acueducto es de 70% con rangos que oscilan entre el 99% de Chile al 29% en Haití.
En cuanto al saneamiento la cobertura media es del 52% con países como México con un 81% mientras que Surinam, Haití y Barbados no llegan al 5%.
Aún así, a pesar de tener servicios de recogida de agua servida, solo el 5% del caudal producido es cuenta con un adecuado tratamiento de depuración. Cabe destacar países como México o Chile que cuentan con el 45% de aguas tratadas y otros países como Paraguay con un escaso 2% tratado.
A fin de centrar la problemática en los países en los que tenemos experiencia en el servicio de acueducto alcantarillado y aseo en el área de América latina enfocaremos nuestra visión y experiencia hacia el área andina (Colombia, Ecuador y Venezuela) así como en el área del Caribe con el caso de República Dominicana para posteriormente comentar el caso especifico de Barranquilla su evolución y situación actual y previsiones de futuro.
En concreto y centrándonos en el área comentada los datos son:
Tabla 1 Población y en Países Representativos de América Latina
País Población
(millones)Cob. Acueducto Cob. Alcantarillado Depuración a. Servidas Colombia 36 Ecuador Venezuela 22 Rep. Dominicana
Fuente: -
Las aguas residuales son un foco de patógenos (bacterias, virus y protozoos) que pueden infectar a personas, animales, contaminar cosechas y masas de agua generando daños cuantiosos y atentando directamente contra la salud.
La diarrea y la gastroenteritis se encuentran entre las tres principales causas de muerte en la región latinoamericana.
El agua no es segura para su consumo y la contaminación a través del vertido inadecuado de aguas negras son responsable de la gran mayoría de estas muertes. Según la OMS solo en Brasil, 20 niños mueren cada día debido a la falta de infraestructura de alcantarillado.
Este problema esta relacionado directamente con la presencia de enfermedades infecciosas como: Cólera, Hepatitis, disentería, gastroenteritis y muchas otras. La escasez de infraestructuras de saneamiento de aguas residuales contribuye a que estas enfermedades alcancen proporciones de epidemia.
El cólera puede contraerse en diversas formas, entre ellas la exposición a condiciones insalubres debidas a la falta de drenaje y saneamiento adecuados y la utilización de agua proveniente de fuentes locales (a veces incluso de agua de sistemas municipales distribuida por tubería) para beber o asearse. Los habitantes de áreas como los barrios populares de los estratos economicos más bajos están expuestos crónicamente al agua de mala calidad y/o a enfermedades causadas por la contaminación con materia fecal. Las tasas de mortalidad maternoinfantil en estas zonas alcanzan niveles muy elevados. Es probable que una gran proporción de esas defunciones se haya debido a diversas enfermedades derivadas del agua y la contaminación con materia fecal menos virulentas que el cólera.
A fin de reducir los riesgos de contraer estas infecciones, es preciso tomar medidas en muchos frentes:
- mejorar la calidad microbiológica del agua de abastecimiento.
- proporcionar mayor acceso a agua de buena calidad las 24 horas del día
- reducir el estancamiento de agua en las zonas residenciales mediante el mejoramiento del drenaje
- elevar la calidad de todos los servicios de saneamiento y gestión de desechos sólidos
- enseñar prácticas sanitarias básicas a los miembros de la comunidad.
La utilización inmediata de fondos para adquirir cloro posiblemente ayudan a combatir los brotes de cólera a corto plazo. Sin embargo, los medidas a largo plazo, tales como adecuadas redes de saneamiento y depuración de aguas residuales evitando contaminación de cuerpos de agua, son vitales para eliminar la amplia gama de amenazas para la salud pública; las cuales persistirán mientras las personas estén expuestas a condiciones insalubres, un abastecimiento deficiente de agua y un drenaje inadecuado.
4.- NECESIDADES DE INFRAESTRUCTURA
Para mejorar las condiciones de salud y saneamiento de las regiones en vía de desarrollo, se necesitan sistemas de colectores suficientes y plantas depuradoras eficientes, adaptados a la realidad y condicionantes tecnico-economicos de las regiones. Sin embargo estos esfuerzos requieren miles de millones de dólares para servir a la región latinoamericana.
En 1995 el BM estimó una inversión de US$ de 12.000 millones anuales durante 10 años para elevar los estándares de abastecimiento y saneamiento a niveles razonables, basados en una meta de tratamiento de aguas residuales del 60 % de la población con sistema de alcantarillado público.
De estos, unos 7.000 millones (58 %) corresponden a saneamiento, repartidos en 36% alcantarillado, 10% para depuración, 10% en recuperación de infraestructuras existentes y el 2% restante en sistemas rurales.
Pero ¿Es rentable esta inversión? Según el BM la construcción de una depuradora convencional con tratamiento 2º, para 1 millón de habitantes requiere una inversión de 100 millones dólares. En el primer año de la epidemia de cólera de Perú en 1991 se asociaron costos debidos a: necesidades curativas, atención preventiva, disminución de turismo y prohibición de importaciones de productos alimenticios peruanos. Solo el primer año, los cálculos por estas pérdidas oscilan entre 200 y 500 millones de dólares.
5.- SISTEMA DE SANEAMIENTO Y OPCIONES DE TRATAMIENTO
Como promedio solamente el 10% de las aguas residuales recolectadas en Latinoamérica están siendo sometidas a algún tipo de tratamiento. Además conviene definir cual será el tratamiento apropiado para depurar las aguas residuales.
La depuración de aguas residuales es totalmente necesaria para la prevención de la contaminación ambiental y de cuerpos de agua susceptibles de otros usos, así como para la protección de la salud pública.
Cada región tiene sus propias necesidades correspondientes a métodos de tratamiento particulares pero conviene tener en cuenta algunas consideraciones generales que pueden colaborar en la consecución de una alternativa útil y ajustada a la realidad socioeconómica del área.
Traemos a consideración factores determinantes a la hora de definir el sistema de depuración más conveniente que pueden ser de diversa naturaleza como aspectos económicos, tecnológicos ambientales, institucionales y sociales.
# Económicos: así existen multitud de zonas que tienen tratamientos convencionales por fangos activos, mientras que otras solo requieren tratamientos blando con poder de remoción del 80% (lagunaje, biodiscos, filtros biológicos) para oxidación total de materia orgánica y deshidratación en eras de secado.
# Tecnológicos: Habitualmente encontramos escaso grado de formación técnica para operadores de planta con falta de preparación para manejo de equipos electromecánicos; no abunda un avanzado grado de automatismo y control en instalaciones. Conviene considerar la suspensión de la línea de fangos.
# Ambientales: Es imprescindible analizar el medio receptor del efluente tratado ya que generalmente son cauces caudalosos con gran poder de autodepuración y dilución, por lo que los parámetros contaminantes no resulta condicionantes de la calidad final del medio receptor.
# Institucionales: Por lo general, dentro de un amplio marco institucional, ningún organismo asume el liderazgo del sector con la fortaleza necesaria, existiendo gran desorden y falta de coordinación y planificación que impiden optimizar y priorizar los recursos técnicos y económicos del sector. Además, si bien las responsabilidades y funciones de las entidades públicas suelen estar definidas dentro del marco legal nacional, existen superposiciones y contradicciones.
Con bastante frecuencia no existe planificación integral y de detalle a nivel nacional y regional que defina las acciones del sector en lo relativo a los servicios de infraestructura sanitaria básica y control y preservación de los recursos hídricos y del medio ambiente. Por otra parte, no suele contarse con un sistema nacional de información que permita la planificación y definición de políticas de desarrollo del sector; por lo tanto, la información disponible con relación al sector es insuficiente, dispersa, desactualizada y poco confiable.
Habitualmente, la mayoría de los sistemas administrativos y financieros instalados en las entidades operadoras de los servicios están en situación crítica, con bajos índices de eficiencia en la medición, facturación y cobranza de los servicios.
# Sociales: el concepto de reutilización solo se admite en zonas donde existe escasez de aguas aptas para el consumo humano y económicamente su coste se sustenta en zonas turísticas que permiten asumir los costes de tratamiento. También debe contemplarse el coste de la mano de obra que permite un sistema de operación y mantenimiento menos automatizado, lo que permite la generación de empleo. Cabe hacer mención aquí de la falta, en numeroso casos, de una arraigada cultura de pago de servicios públicos que por tanto no permite recaudar los fondos suficientes para un plan de inversiones o sencillamente para mantenimientos de los costos de operación.
América Latina parece ser el líder dentro de los países en desarrollo, al hecho de que proveer agua limpia a los ciudadanos lleva a resaltar el énfasis en la mejora de la infraestructura de agua en la región, y la privatización ha abierto las puertas a inversionistas extranjeros. Parece ser la región que ofrece una gran oportunidad para participantes de la industria del agua.
De acuerdo con el Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (CEPIS), en el año 2000, se calculó que 15% de la población total de América Latina y el Caribe se encontraba sin acceso a agua para beber. A 21% les faltaba algún grado de saneamiento y 86% de la población desechaba sus aguas negras sin tratamiento. La mayoría de los países de América Latina tienen metas para incrementar la disponibilidad de agua para beber para sus poblaciones, especialmente en áreas rurales, y un incremento en el tratamiento de drenaje en todos lados. Aunque en el pasado se ha puesto mayor énfasis en el tratamiento de agua para beber urbano que en saneamiento y drenaje, los bajos niveles de tratamiento de desechos están recibiendo mayor atención. Para alcanzar las metas, el Plan Regional para Inversión en el Medio Ambiente y en la Salud (PIAS*) estima que los países de América Latina y el Caribe requerirán un promedio de US$10 billones al año como inversión para el agua.
El cambio más importante en el mercado de agua de América Latina ha sido el incremento en la privatización de servicios de agua y saneamiento. Antes de la privatización, la corrupción y el uso ineficiente de recursos caracterizaron gran parte del mercado del agua.
Muchos países creen que al privatizar los servicios se obtendrá un uso más eficiente de los recursos. Aunque en muchas áreas los sistemas públicos de agua aún pertenecen y son operados por el gobierno, existen oportunidades crecientes para que compañías privadas compartan propiedad con sistemas de servicio públicos, al igual que para acuerdos de construcción-operación-transferencia (BOT).
Las sociedades de construcción-operación-transferencia están adquiriendo más importancia en el mercado Latinoamericano, tanto en abastecimiento de agua como en saneamiento. La mayoría de las nuevas oportunidades BOT se encontrarán en el área de tratamiento de aguas residuales, más que en agua potable.
Cabe destacar que en muchos países abiertos a la inversión privada, empresas europeas ya alcanzan gran mayoría del mercado de agua potable. La razón de este predominio en el mercado de agua de América Latina es debido a que competidores locales y otros extranjeros son principalmente compañías constructoras, y no compañías de agua. Por esta razón, estas compañías quieren construir sistemas de agua, pero no asumir la responsabilidad para su operación. Son las compañías con experiencia no sólo en construcción sino también en operación de los sistemas de agua, las que tienen ventaja a largo plazo en el mercado.
Las áreas específicas de tecnología en que los países Latinoamericanos están interesados, incluyen sistemas de depuración de aguas residuales mediante tecnologías blandas tales como lagunas de estabilización, sistemas de concentración y deshidratación de fangos y disposición final de los mismos. Otra área que se espera tenga un incremento en interés, es en el control, monitoreo y certificación de la calidad de los servicios. Al incrementarse la infraestructura de aguas servidas, el equipo que realiza estas funciones adquirirá mayor importancia para mantener un nivel estándar aceptable de los servicios de agua.
Más allá de los mercados residenciales y municipales, aquellos que tienen la mira en el mercado de tratamiento industrial, contemplan otro grupo de aspectos. Aunque aparentemente parecería que existe una gran oportunidad en el mercado de tratamiento de aguas de desecho industrial, en muchas partes de América Latina, aún es un área débil. Muchos países no tienen leyes específicas de cómo se debe tratar el desecho industrial, y acaba siendo vertida en ríos, lagos, y otros cuerpos de agua. Otros países tienen leyes en los libros, permitiendo castigos a empresas que no tratan el agua antes de ser vertida. Sin embargo, el nivel de cumplimiento de la ley es bajo, dejando que las compañías tengan pocos incentivos para instalar equipo de tratamiento de desechos. Por otro lado, algunas compañías están encontrando los beneficios de reciclar sus aguas de desecho, para utilizarlas en sus torres de enfriamiento, abriendo un mercado para el tratamiento de agua para ser reutilizado.
Adicionalmente, empresas multinacionales que se instalan en países de América Latina tratarán su agua de desecho conforme a acuerdos y obligaciones internacionales, requiriendo que instalen y mejoren los sistemas de tratamiento de agua de desecho.
América Latina tiene grandes planes para su infraestructura hídrica. Por ejemplo, en Argentina, de US$200,000 millones en infraestructura planeada en desarrollo hasta 2005, más de US$800,000 millones se encuentran relacionados con proyectos de agua. Adicionalmente, en México, para el año 2005 todas las comunidades de 20,000 o más habitantes requerirán contar con una planta de tratamiento de aguas. Esto corresponde aproximadamente a 350 comunidades, de las cuales sólo 50 o 60 actualmente tienen plantas colocadas. Sin embargo, no todas las inversiones planeadas llegan a término. Muchos proveedores han reclamado que algunos contratos firmados hace algunos años no han avanzado debido a la falta de capital para invertir. Por ejemplo, en el año 2001, en México, de las 139 plantas de tratamiento de desechos programadas, menos del 50% fueron terminadas. Esto está relacionado con la gran pregunta del estado actual de la economía regional respecto al presupuesto de sus recursos para agua, especialmente en países como Argentina, que ha estado en crisis financiera/política en el último año.
Aunque la economía puede afectar la inversión en la infraestructura del agua, en el corto plazo, mientras el dinero se desvía a otros medios a largo plazo, las inversiones se harán hacia el mantenimiento y la infraestructura del agua. De cualquier manera, el desarrollo continuo de la infraestructura del agua puede quedarse detenida durante una economía débil a favor de otros proyectos.
Otro aspecto de dinero, y un punto calcitrante político, mientras que la infraestructura se construye y los recursos de agua se privatizan y mejoran, es quién pagará por la construcción y mantenimiento de la infraestructura relacionada con el agua. Los constituyentes se molestan con la idea de tener que pagar más por el aguao pagar por ella, si en el pasado ésta no ha sido la realidad práctica y social. Sin embargo, para construir y mantener los sistemas, el dinero tiene que venir de algún lado. Existe alguna asistencia por parte de agencias que proveen fondos, como el Banco de Desarrollo de América del Norte. Al irse privatizando los sistemas públicos, esta cuestión adquiere mayor importancia.
Las entidades nacionales no definen las políticas de inversión y recuperación, estructuras tarifarias, establecimiento de subsidios a sectores marginales y otros aspectos relacionados con el suministro de servicios de agua potable y saneamiento.
Dentro del proceso de modernización de los estados, debe preverse la descentralización de funciones y responsabilidades hacia los organismos seccionales y locales y la participación del sector privado en la provisión y suministro de estos servicios básicos, concretando los esquemas y condiciones del proceso. La capacidad de gestión de los municipios, salvo los que corresponden a las ciudades más importantes, está muy limitada por la falta de recursos técnicos, administrativos y financieros; ello normalmente dificulta los procesos de descentralización planteados en ocasiones por los gobiernos implicados en procesos de municipalización.
Así destacamos los aspectos más relevantes de la panorámica existente:
Perdidas de agua en redes de distribución superiores al 40%
Cobertura de alcantarillado del 30 %
Servicio de baja calidad. Escaso
Tarifas no cubren los costos
Subsidios generalizados
Inversiones decrecientes
Participacion privada limitadaPuede proponerse una agenda básica de soluciones:
Diseño de sistemas de saneamiento y depuración adecuados al panorama socioeconomico.
Planificación de inversionas y direccionamiento por organismo competente.
Reglamentar leyes estaduales
Relacion contractual entre Organismos Operadores y Municipios
Organismos operadores con independencia gerencial y financiera
Crear sistema regulatorio para reducir incertidumbre del inversionista
Atraer participacion privada por los incentivos de eficiencia (costos e inversiones)
Utilizar recursos publicos para impulsar reformas y premiar buen desempeno
Vincular financiamiento a la calificacion del riesgo municipal y de los Organismos Operadores
Asistencia tecnica para mejoras operacionales en Organismos Operadores y contratar con sector privado.
Completar reforma legal y regulatoria en Estados y Municipios.
Programas de credito a traves de bancos internacionales para apoyar Organismos Operadores y operadores privados
8.- EL CASO DE BARRANQUILLA Y ZONA SUROCCIDENTE
| Inicio pagina | | Anterior |
Ultima actualización: 5
Diciembre de 2002 ©.
Pagina diseñada y elaborada por E. Hernandez
RedIRIS (Red Académica y Científica de España en Internet).
Página actualizada y corregida por A.
Pelayo Martínez