Capítulo 11 GEOMÁTICA APLICADA A LA RELACIÓN ENTRE CALIDAD DEL AGUA Y SALUD HUMANA EN LAS LOCALIDADES DEL ESTADO DE MÉXICO Resumen El crecimiento demográfico, industrial y agrícola de las últimas décadas ha producido contaminación por microorganismos en las aguas (bacterias, parásitos, hongos) y virus; compuestos orgánicos (hidrocarburos aromáticos policíclicos, compuestos fenólicos, hidrocarburos clorados y pesticidas organoclorados); compuestos inorgánicos (metales) y productos químicos agrícolas como plaguicidas (insecticidas, herbicidas, funguicidas) y fertilizantes. Esta situación puede ocasionar en la población enfermedades de tipo gastrointestinal, parasitarias, tóxicas, y hasta cancerígenas. Igualmente, la inadecuada distribución de la dotación de este vital líquido se convierte en un factor que puede favorecer la presencia y propagación de enfermedades en una región, particularmente en las pequeñas comunidades rurales. Frente a este vínculo estrecho entre el agua y la salud, el análisis de las relaciones entre variables relativas al agua y estadísticas epidemiológicas se ve facilitado y aumentado por el uso de la hidrogeomática que utiliza los sistemas de información geográfica (SIG) para almacenar datos de cantidad y calidad del agua a fin de analizar y modelar los procesos hidrológicos que ocurren en el espacio geográfico. Efectivamente, los recientes avances en hidrogeomática y epidemiología se convierten en herramientas muy útiles para la toma de decisión en las instituciones de salud, y los resultados de estos estudios representan un apoyo adecuado a la solución de la problemática para los interventores en las áreas involucradas. Ciertamente, los resultados preliminares de aplicación de la geomática a la relación entre calidad del agua y salud humana en las localidades del Estado de México permiten un análisis visual adecuado para el establecimiento de correlaciones espaciales entre varios parámetros y a la modelación de la transmisión de las enfermedades. Palabras Clave: geomática, sistema de información geográfica, calidad del agua, epidemiología, Estado de México
En septiembre de 2002, se publicó una noticia alarmante en un periódico de la ciudad de Toluca, Méx., cuyo título fue: "Contaminación y muerte en la presa Alzate". El reportaje se enfocaba sobre casos de animales; sin embargo, los pobladores de las 25 comunidades aledañas padecen de infecciones de la piel y la presencia de moscos es comprometedora para la salud humana (El Sol de Toluca, 2002). Este tipo de información se vuelve desgraciadamente más frecuente, sin mencionar los casos que se quedan escondidos, y pone de nuevo en relieve el vínculo ya conocido entre la calidad del agua de una zona y la salud de la población local. Las enfermedades vinculadas al agua ocurren directamente por ingestión de agua contaminada o más sutilmente por vectores dependientes de los recursos hídricos. Las muchas formas indirectas de transmisión de enfermedades dificultan medir exactamente en cifras el tamaño del problema, ya que no todos los casos son notificados a los organismos de salud. Pero aún imprecisos, cabe mencionar los siguientes datos preocupantes relativos a los servicios en agua : 1 200 millones de personas no tienen acceso a una fuente de agua potable, 2 900 millones no tienen instalación sanitaria conveniente y 4 000 millones no disponen de alcantarillado. Así mismo, se pueden mencionar cifras que reflejan el efecto sobre la salud: 3.4 millones de personas mueren anualmente por enfermedades vinculadas al agua, de las cuales 2.2 millones son por enfermedades diarreicas (OMS, 2002). En la actualidad, México tampoco escapa a serios problemas en cuanto a disponibilidad de agua potable que repercuten en la salud de las personas, sea por las fuentes de abastecimiento o por las infraestructuras de redes de almacenamiento, potabilización y distribución. Sólo para el año 2000, se presentaron 18 602 muertes por enfermedades infecciosas y parasitarias en el país (CENIDS-INSP-SSA, 2000). Dentro de las diez principales causas de morbilidad en 2001, figuran las infecciones intestinales (no especificadas), la amibiasis intestinal, las helmintiasis (no especificadas) y la ascariasis. Son sobre todo las poblaciones con mayor marginación socioeconómica que presenten carencias en acceso a fuentes de abastecimiento adecuadas, así como a sistemas de saneamiento apropiados, y por consiguiente que estén más propensas a la presencia de enfermedades de origen hídrico. Es el caso en general de las localidades rurales que no tienen disponibles tantos servicios como las poblaciones urbanas. El aspecto geográfico, tanto en disponibilidad y contaminación del agua, como para cuestiones epidemiológicas, no se puede negar: por una parte, existe una variabilidad espacial en los datos de ambos temas y, por otra, la modelación del flujo del agua y de la transmisión de enfermedades requiere un espacio geográfico. Para facilitar el manejo de este tipo de datos georeferenciados, se desarrolló desde los años 1960 una disciplina nueva: la geomática, que pretende unir los conocimientos en ciencias de la tierra (geo) con los avances en computación (informática). Hasta ahora, dentro de las diversas aplicaciones, los recursos naturales como el agua se vuelven más comunes. Existen también Sistemas de Información Geográfica (SIG) enfocados a la salud. El trabajo expuesto a continuación forma parte de una nueva línea de investigación a largo plazo, cuyo objetivo general es la utilización de la geomática para relacionar parámetros de cantidad y calidad del agua con datos epidemiológicos de salud humana. Las secciones siguientes exponen el estado actual del desarrollo del marco teórico y metodológico y algunos resultados preliminares de aplicación a las localidades del Estado de México.
Dado que la problemática considerada necesita tomar en cuenta la calidad del agua, la salud humana y la geomática, hay que especificar para cada una de estas tres esferas de estudio, los parámetros o métodos disponibles y adecuados que se podrían juntar. Calidad del agua.
Dentro de los parámetros bacteriológicos realizados a muestras
de agua, no puede faltar la determinación de coliformes totales
y fecales. Otra de las determinaciones en los análisis microbiológicos
es la cuantificación de huevos de helmintos por su relación
tan grande con la presencia de enfermedades gastrointestinales. Epidemiología. Como las enfermedades vinculadas al agua no tienen una letalidad muy alta, más que los datos de mortalidad aunque no despreciables, se debe considerar en primer lugar la información sobre morbilidad. En particular, dentro de las medidas epidemiológicas principales de la frecuencia de una enfermedad, la más común es la tasa de incidencia acumulada (Ecuación 1) que corresponde a la probabilidad o el riesgo de contraer la enfermedad. Los diseños de estudios epidemiológicos son de dos categorías principales: de observación o experimentales (Beaglehole et al., 1994). Los conceptos de epidemiología relevantes para aplicación con geomática, conciernen a la cadena de infección (ruta de exposición) y al establecimiento de causalidad entre exposición y enfermedad con la identificación de los factores ambientales modificables y la evaluación de dosis. Geomática. La geomática permite, a través de Sistemas de Información Geográfica (SIG), la integración, gestión, visualización, análisis, modelación y simulación de datos con referencia geográfica. Las estructuras de base disponibles dentro de un SIG son
por una parte los datos cartográficos que pueden tener una representación
vectorial (como los planes), es decir, puntos (una pareja de coordenadas
X y Y), líneas (una sucesión de puntos) o polígonos
(un conjunto cerrado de líneas), así como una representación
matricial (como las fotografías), constituida de celdas (pequeños
cuadros). Por otra parte, existen tablas de atributos, conformadas por
renglones, correspondiendo a un lugar (estación hidrométrica,
unidad de salud) y columnas que son las variables medidas en cada lugar
(caudal, incidencia). Para conformar la geobase de datos de un SIG, se necesita establecer las listas de información requerida y escoger la forma de subdividirla en capas que tendrán un solo tipo de representación. Esto depende a menudo de la fuente que proporciona los datos. Por ejemplo, las imágenes de satélite son siempre de tipo matricial. En cuanto a las funciones disponibles dentro de los SIG,
con aplicación posible a la hidrología y epidemiología,
se podrá considerar: El tipo de preguntas de base que se pueden contestar son:
Marco metodológico El objetivo principal es describir y analizar la relación entre los datos de calidad del agua de las fuentes de abastecimiento, en particular proviniendo de los sistemas de potabilización, y los datos de salud de las comunidades rurales. La primera etapa consiste en la recopilación de los datos disponibles tanto de análisis de agua como de morbilidad, y es esencial conseguir una forma de georeferenciarlos, precisando lo más posible las coordenadas. Si tanta precisión no se puede adquirir, la ubicación dentro de una entidad geográfica para la cual se tiene la cartografía puede ser suficiente para un estudio a escala general. El diseño e implementación de una geobase de datos para integrar la información obtenida es una etapa fundamental para poder llevar a cabo los análisis subsecuentes. Estos análisis se llevan a cabo primero con base en la visualización cartográfica de los datos: esta parte primordial necesita escoger representaciones adecuadas para cada tipo de parámetros, así como una sobre posición apropiada de los temas. El atlas de la situación agua?salud así constituido, permite emitir hipótesis en cuanto a factores de causalidad y a consecuencia evaluar correlaciones y establecer ecuaciones de regresión. Se suele también utilizar las funciones de distancia disponibles en los SIG para el establecimiento de zonas de riesgos dado que en general la exposición decrece con el alejamiento de la fuente de contaminación. Finalmente, si se logra modelar la transmisión de enfermedad a partir de una origen hídrica, se pueden efectuar simulaciones aplicando el modelo a parámetros de entrada modificados según un escenario de remedio dado.
De las 4841 localidades del Estado de México, 92% se pueden considerar como rurales tomando como criterio un número de habitantes menos de 2 500, pero representan 14% de la población total, dado que su tamaño promedio es de 403 personas (Tabla 1). Tabla 1. Localidades del Estado de México (INEGI, 2000). En cuanto a la morbilidad, dentro de las 20 principales causas de enfermedad para el Estado de México, cinco tienen vínculo con el agua (Tabla 2). Tabla 2. Principales causas de enfermedad para el Estado de México (SSA, 2001).
Para este tipo de estudio, existe un problema de precisión de localización de los casos de enfermedad, así como de conocer la fuente de abastecimiento de éstos mismos. Los casos son reportados según las unidades médicas que todavía no están georeferenciadas precisamente, ni siquiera se tiene la localidad de ubicación. Además, tanto las bases de datos relativas al agua como la información epidemiológica, conlleva a cierta inexactitud e imprecisión. También la localización de la fuente potencial de contaminación, la ruta de transmisión y la ubicación de los casos necesita consideraciones de incertidumbre. Para resolver parcialmente este tipo de problema espacial, hay que estudiar a qué escala se puede trabajar según la confiabilidad de los datos conseguidos.
Figura 1. Cobertura en agua e infecciones intestinales en el Estado de México.
La conformación de los datos de calidad del agua y de salud humana, así como su representación en los SIG se revela útil para el desarrollo de modelos que evalúen la dispersión de los contaminantes en el ambiente y evitar sus posibles consecuencias a la salud de las poblaciones cercanas a las zonas vulnerables. Según el reparto espacial de los datos, se podrá establecer una relación entre calidad, salud y otros parámetros explicativos naturales como la altitud, el tipo de suelo o antrópicos. Además, hay que considerar ulteriormente la realización de un estudio espacio?temporal. Finalmente, un SIG se revela una herramienta indispensable para la toma de decisión en cuanto a una problemática espacial como es el impacto de la contaminación del agua sobre la salud humana. En particular puede ser de gran utilidad para ubicar la zonas con mayores incidencias de enfermedades donde sería necesario añadir sistemas de potabilización de agua, y con simulaciones evaluar el impacto de varias tecnologías disponibles sobre la salud de pequeñas comunidades rurales.
Beaglehole, R.; Bonita, R. y Kjellström, T. (1994).
Epidemiología básica. Publicación Científica.
No. 551. OPS. Washington, D.C. 186 p.
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