I SEMINARIO-TALLER. PROTECCIÓN DE ACUÍFEROS FRENTE A LA CONTAMINACIÓN: METOLODOGÍA.
Toluca, México. 20-22 de Junio de 2001
VULNERABILIDAD DE ACUÍFEROS FRENTE AL USO DE AGUAS RESIDUALES Y LODOS EN AGRICULTURA
Por: | Esteller. M.V |
Centro
Interamericano de Recursos del Agua
Facultad
de Ingeniería de la Universidad Autónoma del Estado de México
Cerro
Coatepec S/N C:U: 50130 Toluca (Edo de México) México
esteller@coatepec.uaemex.mx
(México)
La vulnerabilidad de acuífero frente a un foco de contaminación areal como es el uso de aguas residuales y lodos en agricultura, puede ser muy alta sobre todo si las características de la zona no saturada no son las idóneas para que los contaminantes presentes en estas aguas y lodos sufran procesos que den lugar a una disminución de su presencia.
Un ejemplo del efecto contaminante por reuso de aguas residuales en riego es lo ocurrido en el acuífero del Valle de León (México), el cual ha sufrido un deterioro de la calidad de sus aguas por presencia de algunos de los contaminantes que están presentes en el agua residual.
En otros casos, la zona no saturada actúa como barrera frente a una contaminación originada, por ejemplo, por el uso de lodos en agricultura. Este hecho se ha podido comprobar en una parcela experimental, localizada en el Valle de Toluca (México), en la cual se ha estudiado el comportamiento del nitrógeno y fósforo.
The aquifer vulnerability front to non-point contamination, as it is the reuse of wastewaters and sludge in agriculture, can mainly be very high if the characteristics of the vadose zone are not the suitable. This is carried out that the polluting compounds of these waters and sludges do not undergo processes that give rise to a diminution of their presence.
An example of the polluting effect by reuse of wastewaters in irrigation is the happened thing in the Valley of Leon aquifer (Mexico), which has undergone a deterioration of the quality of its waters by presence of some of the polluting agents, that are present in the residual water.
In other cases, the vadose zone act as opposed to like barrier a contamination originated, for example, by the application of the sludge in agriculture. This fact has been able to verify in an experimental site, located in the Valley of Toluca (Mexico), in which the behavior of nitrogen and phosphorus has studied.
La determinación del grado de vulnerabilidad de un acuífero se lleva a cabo, normalmente, teniendo en cuenta un contaminante de tipo genérico pero, bajo ciertas circunstancias, es necesario que este grado de vulnerabilidad se establezca en función de un contaminante o de un foco de contaminación específico. Este caso sería aplicable, sobre todo, a los focos de contaminación areales, los cuales cubren grandes superficies e implican la presencia de unos contaminantes específicos.
Un ejemplo claro de este caso sería la contaminación agrícola y, en particular, la originada por el reuso de aguas residuales, practica bastante extendida en varios países de Iberoamérica, y de lodos residuales, cuyo uso se está extendiendo.
En el presente trabajo, se expone un ejemplo de contaminación por el reuso de aguas residuales para riego, el cual intenta remarcar aquellos aspectos que más inciden en este tipo de contaminación. Por otro lado, se expone una metodología para la evaluación de los efectos que, en el suelo y zona no saturada, sufren aquellos contaminantes que se lixivian y que tienen su origen en los lodos residuales que se aplican en campos de cultivo.
2.- REUTILIZACIÓN DE AGUAS RESIDUALES EN AGRICULTURA
2.1. GENERALIDADES
La reutilización del agua residual depurada se basa, esencialmente, en aprovecharla como agua de riego y/o como agua de recarga con objeto de incrementar los recursos hídricos de un sistema acuífero. Esta reutilización puede evitar muchos de los problemas que ocasiona el vertido de estas aguas en cauces superficiales o en el mar, como son riesgos sanitarios, cambios en las características organolépticas, eutrofización, etc.
Esta reutilización representa una forma de conseguir que los recursos hídricos convencionales se dediquen a cubrir aquellas demandas que exigen una calidad más elevada del agua.
En la mayoría de estudios realizados sobre reutilización del agua residual se presta mayor atención a su uso como agua de riego (Pescod y Arar, 1988; Mujeriego, 1990; Foster et al., 1994; Mujeriego et al., 1996 y Asano y Levine, 1996), ya que, en comparación con otros tipos de aplicaciones, requiere en muchos casos un nivel de calidad menos estricto lo cual implica, a su vez, que el nivel de depuración que se debe alcanzar durante el tratamiento no sea tan elevado. Además, la aplicación del agua depurada en el terreno supone una fase más del tratamiento de depuración del agua residual ya que al infiltrarse el agua a través de la zona no saturada se producen numerosos procesos tanto físicos, químicos como biológicos que dan lugar a la disminución de su carga contaminante (Oron, 1996; Esteller et al, 2001).
El interés por la reutilización de aguas residuales tratadas en riego se centra en las ventajas que representa, las cuales se pueden resumir en las siguientes:
1. El agua tratada representa una fuente constante y segura de agua aún en los años más secos.
2. Es un aporte continuo de nutrientes para las plantas.
3. El contenido de nutrientes del agua residual (N, P, K y microelementos) representa un ahorro en gastos de fertilización.
4. Se contribuye a la conservación de los recursos hídricos.
5. Representa una posible reducción del coste económico del agua destinada a riego ya que aguas de otra procedencia pueden resultar a mayor precio.Frente a estas ventajas hay que tener en cuenta sus desventajas, que se centran principalmente en dos apartados; los riesgos sanitarios derivados del uso de aguas residuales y la contaminación de aguas superficiales y subterráneas, así como de suelos y cultivos.
2.2. ALGUNAS EXPERIENCIAS
En la actualidad, la reutilización de aguas residuales tanto urbanas como industriales para riego es un tema de gran interés a nivel mundial tanto desde el punto de vista práctico como de investigación, sobre todo en regiones de clima árido o semiárido donde los recursos hídricos son un bien escaso, de ahí que la mayoría de experiencias se hayan realizado en países tales como Israel, Estados Unidos (California, Texas, Florida, Arizona), Oriente Próximo, España, México, etc.
La reutilización agrícola y forestal está basada en aprovechar los nutrientes contenidos en el agua para el desarrollo de los cultivos, además este riego preserva la fertilidad y la estructura de los suelos. Por otro lado, en muchos países en vías de desarrollo, es la única opción de fertilización agrícola y además permite la disminución de los organismos patógenos en las aguas excedentes de riego por el proceso de retención que se produce en el suelo, con lo cual resulta un tratamiento adicional de depuración de las aguas.
Las aguas residuales empleadas para riego abarcan todos los posibles grados de depuración, desde aguas no tratadas hasta las procedentes de tratamientos terciarios, y han sido utilizadas para el riego de todas las especies vegetales y con todos los sistemas de riego existentes.
En Estados Unidos ha sido donde un mayor número de proyectos de reutilización de aguas residuales se han llevado a cabo, empleándose un caudal de 2.6 106 m3/día (riego, procesos industriales, recarga de acuíferos, acuicultura, uso recreacional), y en el caso concreto de California esta reutilización representa 0.9 106 m3/día, con un elevado porcentaje de este caudal dedicado al riego.
Un caso ejemplar, son los países localizados en el Oriente Próximo. En Egipto, por ejemplo, se ha puesto bajo riego con aguas residuales depuradas unas 33200 ha, cerca de El Cairo y en la región oeste del Delta del Nilo, cultivándose cítricos, dátiles y cacahuetes, existiendo planes para otras 69000 ha. En Kuwait, 0.3 106 m3/día de aguas depuradas son empleadas para el riego de alfalfa, cereales y vegetales, y en menor medida en zonas verdes, mientras que en Libia se utilizan 0.1 106 m3/día para el riego de cereales, sorgo, patatas y diversos vegetales. En el caso de Arabia Saudita en 1991 se empleaban en riego 1.106 m3/día de aguas residuales tratadas. En todos estos países se ha planificado la instalación de plantas de tratamiento con depuración a nivel terciario para que el agua una vez tratada sea reutilizada tanto en agricultura como en industria, fundamentalmente (Arar, 1991).
En México se han llevado a cabo algunos estudios para determinar la calidad del agua residual empleada para riego y el efecto que este riego produce en el ambiente. Cabe destacar los trabajos que se han llevado a cabo en el Valle del Mezquital donde se riega con aguas residuales procedentes de la Ciudad de México, como son los de Cifuentes et al. (1992), Siebe y Cifuentes (1993), Cortés (1993), Chilton et al. (1996) y Jiménez y Chavéz (1998).
En el Valle de León, donde se riega con aguas residuales con altos contenidos en cromo, también se han desarrollado algunas investigaciones como las de Castañon et al. (1995) y Chilton et al. (1996). En estos casos se presentan impactos ambientales negativos como son la contaminación de las aguas subterráneas, la de los suelos y el incremento de las enfermedades infecciosas entre la población debido a que las aguas residuales son utilizadas sin ningún tratamiento de depuración, lo que implica una alta carga contaminante en el agua residual. Como aspecto positivo hay que señalar el incremento de la producción agrícola en estas áreas y la mejora de las características de los suelos.
En otros estudios realizados como los de Westcot y Ayers (1990) y Cooper (1991) se hace referencia tanto a las implicaciones sanitarias como medioambientales de la reutilización de aguas residuales tratadas.
2.3. CONTAMINACIÓN DE AGUAS SUBTERRÁNEAS. EL CASO DEL VALLE DE LEÓN (GUANAJUATO, MÉXICO)
2.3.1. Descripción general del Valle de León
El Valle de León se localiza en el sector occidental del Estado de Guanajuato, en el centro de México; abarcando parcialmente los municipios de León, San Francisco del Rincón y Purísima de Bustos (Figura 1). El área tiene un clima semiárido con una precipitación media de 600 mm/año, las lluvias se presentan en verano con cierta irregularidad. La temperatura media anual es de 18 ºC, con un valor máximo de 35 ºC en verano y mínimo de 3 ºC en invierno.
En el Valle de León existe un total de 1340 sondeos, que extraen un volumen 204 Hm3/año, provocando una sobreexplotación de 108 Hm3 anuales, ya que la recarga es de solamente 96 Hm3/año. En esta zona sólo existe una unidad hidrogeológica, la cual está constituida por rocas volcánicas, depositadas en un ambiente lacustre, intercaladas con sedimentos aluviales formados por gravas, arenas, arcillas y tobas, predominando el paquete de las tobas volcánicas. La transmisividad de los materiales que integran el acuífero es baja, sobre todo en las zonas cercanas a la ciudad, donde varía de 80 a 450 m2/día (Castañón et al., 1995).
La ciudad de León ha alcanzado una población de 1.100.000 habitantes y es uno de los centros más importantes de fabricación de calzado en América Latina. El abastecimiento urbano depende, en gran parte, del agua subterránea que se extrae de unos 80 pozos, distribuidos dentro de la mancha urbana y agrupados en seis campos al SW y S de la ciudad.
Figura 2: Localización geográfica de los estados de Guanajuato y México
2.3.2. Problemática de las aguas residuales en el Valle de León
La ciudad cuenta con una amplia red de alcantarillado (aunque no cubre toda la ciudad) y produce alrededor de 0.35 Hm3/día de aguas residuales, parte de los cuales se descargan sin tratamiento en el río Turbio, el cual está controlado por pequeños embalses. Este caudal incluye 0.08 Hm3/día de aguas residuales industriales, procedentes principalmente de las fabricas de cuero, la mayoría de las cuales están dispersas dentro la ciudad. La presencia de estas fabricas se refleja en las características químicas de las aguas residuales con altos contenidos en cromo y cloruros.
Las aguas residuales se utilizan desde hace más de 30 años para riego en un área cercana a la ciudad de León, comprendida entre la presa El Mastranzo y la población de Plan de Ayala. La zona de influencia de riego con aguas residuales se ha ido desplazado hacia el sur, conforme el área urbana se ha extendido, identificándose otras dos áreas con diferente tiempo de riego; un área comprendida entre la población de Plan de Ayala y Puerta de San Germán, que es regada desde hace 20 años y otra área en la zona conocida como El Monte, que fue puesta en regadío hace 10 años (Figura 2).
La rotación de cultivos en la zona es de sorgo en el ciclo primavera-verano y trigo en el ciclo otoño-invierno; en algunos terrenos se siembra alfalfa, la cual queda como un cultivo perenne por siete años en promedio. En esta zona no se cultivan hortalizas. Hacia el oriente del valle, donde se riega con agua subterránea, los cultivos principales son la patata, col y cebolla, que se alternan con sorgo o trigo según la temporada.
Figura 2: Mapa de localización de las áreas regadas con aguas residualesinmediaciones de
la ciudad de León. y de los pozos de agua potable en las
2.3.3. Efecto del riego con aguas residuales
Recarga del acuífero: Como resultado del rápido crecimiento de la ciudad el uso del agua subterránea se ha incrementado de tal forma que el caudal extraído del acuífero es aproximadamente el doble de la recarga media anual. El estudio de la evolución de la piezometría en el valle permite comprobar que en el área de mayor explotación, al sur de la ciudad, el nivel piezométrico ha descendido a un ritmo de 1 a 5 m/año (Chilton et al., 1996) y el descenso total en el centro de esta área es del orden de los 90 m, para el periodo comprendido entre 1959 y 1995.
En contraste, dentro del área regada con aguas residuales, al SE de León, ha parecido un acuífero somero colgado con un nivel piezométrico que se encuentra a una profundidad comprendida entre los 5 y 10 metros. Se ha comprobado que este nivel permanece bastante estable en el tiempo y que la infiltración de las aguas residuales es una fuente importante de recarga para este acuífero.
Impacto en la calidad de las aguas subterránea: Los niveles de fondo de los principales parámetros físico-químicos a nivel regional son bajos, lo cual permite distinguir fácilmente entre el agua subterránea afectada por infiltración de aguas residuales y el agua no contaminada (Figura 3), ya que el agua contaminada presenta elevadas concentraciones de la mayoría de los iones mayoritarios (Ca2+, Na+, HCO3-, Cl-, SO42- y NO3-) y bajo contenido en oxígeno disuelto.
Figura 3: Representación en el diagrama de Piper de la composición química del agua subterránea
en el Valle de León (Chilton et al., 1996)
sondeos electromagnéticos La interpretación y modelación de las secciones transversales del acuífero mediante transitorios (EMT) en la zona de riego con aguas residuales sugieren que la profundidad de penetración del agua de baja calidad alcanza por lo menos los 40 metros, con una salinidad lo suficientemente alta como para proporcionar un contraste marcado de conductividades, con una amplia zona de transición por debajo de ésta. La zona más profunda y la mayoría de las zonas someras con agua de baja calidad se localizan en las áreas más antiguas de riego con aguas residuales, mientras que por debajo de las áreas de riego más recientes, sólo se observaron pequeños y menos constantes contrastes de conductividad.
En los perfiles verticales de calidad del agua subterránea realizados en varios pozos ubicados en el área de riego con aguas residuales se pudo comprobar como las concentraciones de cloro en la parte superior de los pozos oscilaban entre los 800 y 1000 mg/L, en contraste con los valores inferiores a 100 mg/l que se detectan en áreas regadas con agua subterránea (Figura 4). A partir de estos perfiles, también se constato que la materia orgánica presente en el agua infiltrada se oxida a profundidades someras, transformándose en bicarbonato, y que el nitrógeno orgánico se oxida a nitrato. El sodio es intercambiado por el calcio y ciertas cantidades de sulfato de calcio precipitan. Estas procesos se producen en los primeros 40 metros del acuífero (Chilton et al., 1996).
Figura 4: Evolución con la profundidad de las características químicas del agua interstical en dos puntos de muestreo localizados en el área de riego con aguas residuales (A, B) y en otro punto localizado fuera del área (C) (Chilton et al., 1996)
El agua residual contiene concentraciones significativas de metales pesados y el agua subterránea bajo el área de riego presenta concentraciones más elevadas de metales pesados que en el resto del valle. Sin embargo, la concentración de cromo en el agua subterránea es baja, a pesar de las grandes cantidades presentes en el agua residual, lo cual es debido a que el cromo se ha acumulado en el terreno, al igual que otros metales pesados. En el perfil del suelo la concentración de cromo decrece rápidamente con la profundidad; encontrándose poco cromo por debajo de los 0.3 m de profundidad (Figura 5). También se ha constatado que las concentraciones de cromo en el suelo presentan un alto grado de correlación con el periodo de tiempo de riego en cada área.
Así mismo, se ha comprobado que el agua residual contiene altas concentraciones de coliformes, las cuales se han detectado frecuentemente en el agua del acuífero somero. La penetración profunda de estas bacterias a través de la gruesa secuencia de estratos lacustres y volcánicos parece poco probable.
Figura 5: Concentración de cromo en suelo a distintas profundidades (Chilton et al., 1996).
2.- USO DE LODOS RESIDUALES EN AGRICULTURA
3.1. MARCO TEÓRICO
La mayor parte de los sistemas de tratamiento de aguas residuales municipales e industriales instalados en Latinoamérica no incluyen el manejo y disposición de los lodos residuales que generan. Los métodos de disposición utilizados actualmente son, esencialmente, basureros a cielo abierto, vertidos al drenaje o a corrientes superficiales, rellenos sanitarios e incineración. Esto provoca contaminación ambiental debido a los altos contenidos de patógenos, metales pesados y tóxicos orgánicos que presentan estos lodos.
Las tecnologías más utilizadas hasta el momento para evitar esta problemática comienzan a ser reemplazadas por nuevos procedimientos tales como la digestión alcalina, el composteo y la aplicación del lodo de manera directa al suelo, previa estabilización con cal o digestión aerobía o anaerobia. Estos procedimientos permiten emplear lodos en agricultura con el fin de aprovechar sus características ya que los lodos puede utilizarse como acondicionadores de suelos, fertilizantes, en la recuperación de suelos erosionados, en parques, áreas forestales y jardines, así como en viveros (Hilleboe, 1974).*
Cuando se realiza un estudio sobre la utilización de lodos en agricultura se debe prestar atención a los siguientes aspectos:
*Características del lodo residual.
Aspectos sanitarios y ambientales.
*Efecto sobre la explotación agrícola.
Aspectos institucionales y legales.
Aspectos económicos.
En la presenta investigación solamente se incidirán sobre el primer punto y algunos aspectos referidos al segundo y tercero, ya que los restantes apartados van más allá de lo que representa este trabajo.
Como primer paso, hay que realizar un estudio de las características físicas, químicas y biológicas del lodo que permitirá conocer su aptitud o inadecuación por posibles afecciones al suelo, cultivo y agua, así como su capacidad como fertilizante y acondicionador de suelos.
*Los criterios que se utilizan para determinar la calidad del lodo para agricultura están basados, fundamentalmente, en el contenido de humedad, sólidos suspendidos volátiles, carbono orgánico total, nitrógeno total Kjendhal, potasio, calcio, magnesio, fósforo, nitratos, metales pesados (Cd, Pb, Zn, etc), cuenta total de bacterias, coliformes totales y fecales y pH. La elección de estos parámetros se basa en los posibles problemas que pueden producir su presencia y/o elevados contenidos sobre cultivos, suelos y aguas, y en que permiten caracterizar sus propiedades como fertilizante y acondicionador.
A continuación, se debe de estudiar las características de la zona no saturada, incluido suelo, siendo los aspectos más importantes a tener en cuenta (Crites, 1990):
1. *Características físicas del suelo: Textura, estructura y espesor del suelo, que inciden en la permeabilidad al aire y al agua y en otros parámetros hidráulicos.
2. *Características químicas: Fundamentalmente el pH, conductividad, capacidad de intercambio catiónico, cationes intercambiable y materia orgánica. Estas características tienen incidencia sobre la fertilidad del suelo y su capacidad de fijar metales pesados.
3. *Características hidráulicas: Velocidad de infiltración y permeabilidad, que inciden en la rapidez con la que el agua puede ser absorbida.Una vez conocidas las características tanto de los lodos como del suelo y zona no saturada, el siguiente paso es determinar los efectos tanto beneficiosos como perjudiciales que puede provocar la aplicación de estos compuestos.
3.2. ALGUNAS EXPERIENCIAS
Hasta el momento se han llevado a cabo varios estudios en suelos enmendados con lodos residuales para determinar la presencia de metales pesados en el suelo (Ramachandran y D´Souza, 1997a, 1997b, Bell et al., 1991; Williams et al., 1985, Chang et al., 1984; Sposito et al., 1982), así como en el sistema suelo-planta (Dudka y Chlopecka, 1990; Lane, 1988; Mahler et al., 1982; Jones et al., 1973). También se han realizado estudios sobre el efecto de la disposición de lodos en la concentración de nitratos en aguas subterráneas (Spalding et al., 1993). En estos trabajos se hace especial incidencia en la contaminación por metales en suelos y plantas pero no se evalúan que procesos se dan en la zona no saturada ni cual es la relación entre estas practicas agrícolas y la lixiviación de contaminantes hacia las aguas subterráneas.
Se tienen una serie de estudios (en prensa), realizados en la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma del Estado de México, referentes a la aplicación de lodos residuales en suelos agrícolas. Estos trabajos se han llevada a cabo en colaboración con Operadora de Ecosistemas, empresa que opera las plantas de tratamiento Toluca Norte y Oriente. Estos estudios se han basado en la disposición de lodos prensados en cultivos de pasto forrajero, maíz y haba; teniendo como resultado un beneficio de índole productivo con la aplicación de los lodos en los tres cultivos, de igual manera se ha observado mayor respuesta de concentración de nitrógeno y fósforo en la planta, y no se presentan problemas de toxicidad por metales pesados; sin embargo, se observó en el cultivo de haba una disminución en la cantidad de almidón de manera cualitativa a mayor dosis de aplicación de lodos residuales; por lo que es necesario realizar estudios respecto a la calidad nutrimental de las plantas.
3.3. CONTAMINACIÓN DE SUELOS Y AGUAS. EL CASO DEL VALLE DE TOLUCA (ESTADO DE MÉXICO, MÉXICO)
3.3.1. Generación de lodos en el Valle de Toluca
La utilización en la agricultura de lodos residuales, representa una fuente adicional de nutrimentos para los cultivos en el Valle de Toluca, México, (Figura 1) donde el uso de suelo destinado a la agricultura es del 55.63% y donde se encuentran instaladas dos grandes plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas, que generan una gran cantidad de lodos residuales (5,304 Ton año-1, base seca). Si la utilización agrícola de los lodos se lleva a cabo bajo un control, se pueden evitar muchos de los problemas que esta práctica ocasiona, como puede ser la lixiviación, a través del suelo, de los contaminantes presentes en los lodos.
Durante esta lixiviación tiene lugar diferentes procesos bio-físico-químicos que implican la movilización, a diferentes grados, de los contaminantes en función de sus propias características y las del medio sólido, por tanto, puede existir cierta movilidad de estos elementos y, en consecuencia, pueden llegar a las aguas subterráneas produciendo su contaminación e inutilizando los recursos hídricos subterráneos para abastecimiento público. Ello representa un gran problema en esta zona de estudio, ya que todas las poblaciones del Valle de Toluca se abastecen de aguas subterráneas.
Cabe señalar que la profundidad a la cual se encuentran las aguas subterráneas en el área de estudio es muy pequeña, entre los 9 y 16 metros (UNITECNIA, 1996), y por tanto, el tiempo necesario para que un determinado elemento alcance el nivel piezométrico puede ser relativamente corto. Por otra parte, los contaminantes que se van fijando en los materiales sólidos a lo largo del perfil de la zona no saturada, provocan su contaminación, siendo máxima en los niveles más superficiales y mínima en los niveles más profundos (Alberto, 1993).
Por lo anterior, en el presente estudio, se ha propuesto analizar algunos parámetros fisico-químicos del agua infiltrada en suelos enmendados con lodos residuales, con el objeto de evaluar el impacto que tiene el uso de dichos lodos en la agricultura, sobre el agua subterránea. De esta manera, se intenta comprobar que dicha disposición no implica una contaminación del agua y del suelo lo cual permitiría dar una solución al problema de disposición de lodos. De todos los posibles contaminantes que pueden presentarse en los lodos, para este estudio se han elegido el nitrógeno y el fósforo, ambos nutrimentos de las plantas y potenciales contaminantes de las aguas subterráneas.
3.3.2. Estudio en una parcela experimental
La parcela experimental se encuentra dentro de las instalaciones de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Toluca Oriente, donde se trazaron 6 parcelas de 2 X 3 m distribuidas en cuadrado latino, 3 son parcelas testigo (PT) y las restantes (PE) fueron acondicionadas con 4.5 ton ha-1 de lodos residuales en base seca. En estas parcelas (PE), se manejó un cultivo de haba (Vicia faba). Las muestras de suelo se obtuvieron utilizando una barrena de tipo helicoidal, tomando muestras a cuatro diferentes profundidades: 5, 15, 30 y 60 cm con tres repeticiones, y en dos diferentes periodos, uno antes de incorporar el lodo residual al suelo y otro al final del periodo de cultivo.
Los lodos residuales municipales con los que se enmendó el suelo se obtuvieron de la Macroplanta Toluca Oriente, que es una planta de lodos activados de variante convencional. El muestreo de lodos se realizó según la metodología que marca la EPA (1988), tomando una muestra individual de lodos prensados de aproximadamente 3 Kg durante 7 días. Estos se colocaron en bolsas de polietileno, se secaron al aire y a la sombra, mezclándose para formar una muestra compuesta. Posteriormente, se cuartearon y se molieron finamente, y se tamizaron en una malla de 2 mm para los análisis físicos y químicos (Ortíz,1994). Los análisis de lodos y suelo se realizaron por triplicado, determinándose los siguientes parámetros: pH 1:2.5 agua destilada y 1:5 KCl (Jackson, 1982); textura, método de Bouyoucos (1963); materia orgánica, pérdida por ignición para lodo (Krosshavn et al., 1993) y por el método de Walkley-Black (1947) modificado para suelo (Jackson, 1982); capacidad de intercambio catiónico (Jackson, 1982); nitrógeno total, método Kjeldahl (Bremmer, 1965); fósforo disponible, método de Bray I (Bray, 1966) y conductividad eléctrica (Porta et al., 1999).
El muestreo del agua intersticial sólo se llevo a cabo en las parcelas PE. Se realizaron 9 campañas durante el periodo junio-octubre del año 2000. Para este muestreo se utilizaron tomamuestras de succión con cápsulas de cerámica porosa. El uso de estos tomamuestras presenta el inconveniente de provocar cambios en la composición química del agua, para evitarlos, las cápsulas de porcelana se sometieron a un tratamiento previo con ácido clorhídrico 1N y agua destilada, lo que permite eliminar ciertas impurezas y liberar algunos iones presentes en las paredes de las cápsulas (Sánchez y Morell, 1994). Se instalaron dos de éstas cápsulas por cada profundidad: 15, 30 y 60 cm. El análisis del agua intersticial se realizó siguiendo las Normas Oficiales Mexicanas. Los parámetros analizados fueron: pH, conductividad eléctrica, nitratos, nitritos, nitrógeno amoniacal, fosfatos, cloruros, bicarbonatos, sulfatos, calcio, magnesio, sodio y potasio. El tratamiento de datos se basó en el cálculo de valores de media y desviación estándar para los diferentes análisis y la evaluación de gráficas de profundidad contra concentración.
3.3.3. Efectos del uso de los lodos en el suelo y en el agua intersticial
El lodo residual presenta un contenido de N, P y materia orgánica semejante a los abonos agrícolas por lo que en efecto, constituye una fuente alternativa de estos elementos para el suelo y las plantas (Tabla 1).
Tabla 1: Comparación del contenido nutrimental de abonos comunes (Ramírez et al., 1991)
con el lodo residual producido por la Macroplanta Toluca Oriente
El suelo estudiado es, de acuerdo a sus características fisico-químicas (Tabla 2) excelente para el cultivo, presenta un pH ligeramente ácido, un alto porcentaje de materia orgánica (MO), que incrementa el poder tampón del suelo, y tiene una textura limosa-arenosa. Las características de este suelo cambian una vez aplicado el lodo y desarrollado el cultivo de haba (Vicia faba).
En el caso de la PT (sin lodo) se observa un ligero descenso en el contenido de los nutrientes ya que estos pueden ser absorbidos por las plantas y la variación de la textura es mínima y puede ser considerada natural por la propia variabilidad del suelo en el espacio. Para las PE (con lodo) se aprecia, en el caso de la textura, una ligera variación en cuanto al contenido de arcillas, lo mismo cabe decir para el pH, pero estas variaciones no son estadísticamente significativas. Por otro lado, las concentraciones de nutrientes se mantienen, lo cual indica que las plantas han absorbido los compuestos del lodo aplicado.
Tabla 2: Características de los suelos (muestreo I antes de la aplicación de los lodos, muestreo II después de la aplicación de los lodos)
Por otra parte, un porcentaje de estos nutrientes podría haber sido lixiviado por efecto del arrastre del agua de lluvia. Para comprobar la presencia de estos nutrientes en el agua que se infiltra, se analizó la concentración de N-NO3-, N-NO2-, N-NH4+ y PO43- en el agua intersticial a diferentes profundidades.
La evolución del nitrato con la profundidad para las diferentes campañas de muestreo (Figura 6a) permite apreciar un comportamiento generalizado para todo el periodo de estudio observándose un máximo a los 15 cm para después producirse una ligera disminución y finalmente volver a incrementarse a los 60 cm de profundidad. También se aprecia que al inicio del estudio, las concentraciones de nitratos en el agua intersticial eran bastante elevadas, con valores de 10 mg N-NO3- L-1; durante las siguientes campañas se produce un proceso de lavado en los primeros cm de suelo como consecuencia de la infiltración del agua de lluvia, obteniéndose en la última campaña un valor aproximado a 1 mg N-NO3- L-1. La infiltración del agua de lluvia produce un efecto de desplazamiento del nitrato desde los niveles más superficiales hacia los más profundos. Los elevados contenidos que se aprecian a los 60 cm de profundidad también podrían ser consecuencia de la nitrificación del amonio y el nitrito. Este proceso se puede comprobar cuando se estudia la evolución de estos iones con la profundidad ya que simultáneamente al incremento del nitrato se produce un descenso en estas formas nitrogenadas.
En cuanto al ión nitrito, cabe señalar que su presencia está ligada a la nitrificación del amonio así como a la nitrificación del nitrógeno orgánico. En la figura 6b se muestra la disminución del contenido de nitritos a lo largo del perfil del suelo. Se observa un comportamiento general similar al del amonio, aunque en algunas campañas se observa un incremento en su concentración entre los 30 y 60 cm. El proceso que da lugar a la presencia del nitrito es fundamentalmente la nitrificación, ya que esta especie nitrogenada es muy inestable y fácilmente oxidable a nitrato.
En la figura 6c se presenta la evolución del amonio. El primer hecho a destacar, es el drástico descenso de este ión, que se explica esencialmente por procesos de volatilización y nitrificación pues las condiciones para que se den estos fenómenos son las adecuadas: pH superior a 7, presencia de materia orgánica y textura limosa. También interviene la fijación del ión amonio a los minerales de la arcilla o a la materia orgánica.
Figura 6: Comportamiento de las formas nitrogenadas y del fósforo a lo largo del perfil de suelo, durante el periodo de estudio( junio-octubre 2000)
En el caso del fósforo (figura 6c) se aprecia, a lo largo del perfil del suelo durante el periodo de estudio, una reducción en el contenido de fosfato, desde concentraciones que oscilan entre los 5 mg L-1 a menos de 1 mg L-1en el agua intersticial muestreada a los 60 cm de profundidad. Es de esperar que el principal proceso causante de este descenso sea el efecto combinado de la adsorción del fosfato y su posterior precipitación. Asimismo, también se puede producir una inmovilización biológica.
Todos estos procesos bio-fisico-químicos que afectan tanto a las formas nitrogenadas como al fosfato dan lugar a que los compuestos químicos que se presentan en el agua de infiltración a los 60 cm, presenten concentraciones por debajo de los valores máximos permisibles para el agua potable con base a la normativa existente en México (NOM-127-SSA1, 1994), por lo cual no es de esperarse una contaminación del agua subterránea.
La necesidad de llevar a cabo estudios sobre vulnerabilidad de acuíferos frente a contaminantes específicos es de gran importancia, sobre todo en el caso de los focos de contaminación areal, un ejemplo de este tipo de contaminación es el reuso de aguas residuales y lodos en zonas agrícolas.
En estos casos, el suelo y la zona no saturada juegan un papel de gran relevancia al actuar como barrera frente a los contaminantes. Pero esta capacidad de atenuación tiene un limite ya que con el tiempo disminuye su efecto. Este ha sido el caso que se ha podido observar en el Valle de León, donde en aquellas areas regadas con aguas residuales desde hace más de dos décadas, la contaminación del agua subterránea es muy elevada.
Otro problema que empieza a plantearse es el efecto contaminante por el uso de lodos residuales en agricultura. Para valorar este efecto, en el caso concreto del acuífero del Valle de Toluca, se ha realizado un estudio sobre el movimiento de nitrógeno y fósforo en el suelo, comprobándose la oxidación de nitritos y amonio y la lixiviación de nitratos. En el caso del fósforo, se ha constada la disminución de su concentración con la profundidad por efecto de un posible proceso de fijacion-precipitación.
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