III
SEMINARIO - TALLER DE VULNERABILIDAD DE ACUÍFEROS FRENTE A LA
CONTAMINACIÓN:
PROTECCIÓN DE ACUIFEROS COSTEROS Y VOLCÁNICOS
(San José de Costa Rica, (Costa Rica), CYTED, 8, 9 y 10 de Abril del 2003)
RELATORIA
(Belen, Costa Rica)
Por: | M en C
Mario E Arias Salgero Dr Fernando López-Vera M en C Ana L Castro Lic Marieta Bravo |
Durante los trabajos del Seminario Taller se definió que los métodos para determinar la vulnerabilidad a la contaminación del agua subterránea no incorporan el proceso físico y químico de entrada de un contaminante al pozo o agua subterránea. Se reporta como notorio que resultados de la aplicación independiente y paralela de varios métodos en una zona en particular no reproduce resultados similares o compatibles. Así, los métodos hasta ahora diseñados no tienen la exactitud necesaria para dar la protección esperada a captaciones ya que no describen el funcionamiento del fenómeno de contaminación y carecen de la incorporación del funcionamiento del agua subterránea, rara vez incluyan la línea "cero" o nivel de fondo de contaminación.
En general muchos de los reportes manifiestan que los estudios para definir la vulnerabilidad se han realizado con poco apoyo de campo y que sólo se caracteriza en forma teórica la infiltración, la recarga, la evapotranspiración y la escorrentía. La falta de información medida directamente es una constante en los estudios presentados. Usualmente esto es resultado de que el objetivo de los estudios es realizar un balance hídrico. Es común que esas variables se "validen" usándolas en algún programa computacional (ILWISS, DRASTIC) que por construcción no busca una calibración de la información con que se alimentó al modelo. Es relevante hacer notar que los modelos dejan fuera la importancia de la zona no saturada como amortiguador potencial de la contaminación al agua subterránea.
Una forma de contaminación no prevista por los modelos asequibles de vulnerabilidad a la contaminación del agua subterránea es la entrada ascendente de un sistema de flujo profundo con diferente calidad que usualmente se induce a los niveles de extracción de los pozos y lleva en muchas ocasiones productos de origen natural que son en ocasiones más tóxicos que los que usualmente pueden llegar por el suelo.
Existe un reclamo sobre la falta de ordenamiento territorial; sin embargo, cuando éste se realiza sólo incluye el uso del suelo y no busca proteger el agua. Por otro lado, estudios de protección del agua subterránea sólo incorporan su movimiento horizontal hacia el pozo. Es común que en los esquemas de manejo de los manantiales se desconozcan las zonas de recarga y su importancia relativa, quedando implícito que se generan localmente (dentro del parte-aguas) pero sin una definición hidrogeológica sólida. A menudo sólo se define una zona de protección por un criterio de precaución o cuando se tiene problemas.
Es prioritario involucrar a las comunidades en la gestión del agua, en lo particular bajo una conciencia de la importancia del funcionamiento del agua (superficial-subterránea) en la estructuración de pago por servicios ambientales a zonas de bosque y zonas pobladas. En ciertos países para proteger sus recursos hídricos subterráneos se ha incluido una regulación del uso de suelo, que no permite el aumento de la población, el desarrollo de industria y de agricultura. En países como Costa Rica existe una tarifa por servicios ambientales que se carga por el uso del agua de manantiales para que se ejecuten acciones de protección de las cuencas consideradas; también se recomendó que el servicio ambiental (el paisaje, captura de carbono, bosque, agua) se deba establecer como un seguro para que no se tenga un efecto negativo al ambiente.
Quedó claro que en varios países de América Latina, los estudios hidrogeológicos requieren de apoyo adicional con investigaciones de tipo integral que permitan conocer el funcionamiento del agua subterránea. Esto incorporará elementos sólidos para plantear políticas más sustentables de extracción de agua subterránea en tiempo y espacio, e incorporará la observación de la respuesta de los ecosistemas e hidrológica, a la extracción, contaminación de agua residual y desechos sólidos, recarga artificial.
La dependencia del abastecimiento de agua de fuentes subterráneas para ciudades de Centro América es del 60 al 95% y se incrementa con el tiempo. Una constante es la carencia de la definición de las zonas de recarga (funcionamiento del agua subterránea) y en consecuencia de su control; además, se tiene un saneamiento deficiente, un uso irrestricto de agroquímicos, las aguas negras se colectan, distribuyen y almacenan en cuerpos y corrientes de agua superficial.
Es notoria la "adaptación" de métodos en los estudios que sobre el agua subterránea se realizan, los cuales se han diseñado para lugares en condiciones climáticas, biológicas y geológicas contrastantes a donde se aplican. En este sentido se considera prioritario formar personal especializado en el tema del agua subterránea a todos los niveles.
En general existe una queja sobre la falta información para trabajar a nivel regional y local, se comentó sobre la busqueda de una metodología diferente que incluya la información existente. A este respecto, se propuso la teoría de los sistemas de flujo de J Tóth, la cual puede subsanar esas limitaciones de información, ya que el modelo puede incorporar la poca información geológica e hidrológica usualmente asequible así como datos comúnmente despreciados en este tipo de investigaciones y que son de bajo costo como la topografía, salinidad de suelo, contenido de humedad del suelo, cubierta vegetal nativa, presencia de manantiales, tipo físico-químico del agua de manantiales (y pozos), entre otros.
Esta teoría permite tener más elementos para entender el funcionamiento del agua subterránea. Por ejemplo, en la parte central de México esta teoría permitió definir el control de la calidad del agua a ser extraída por pozos, explicando que la extracción de agua con alto contenido de F puede ser controlada in situ, sin planta de tratamiento y dentro del acuífero sin producir lodos residuales. Una constante que puede beneficiar el conocimiento de las zonas estudiadas es la incorporación de estudios de geoquímica del agua, entre otras investigaciones, que permitan definir la pertinencia en la delimitación subterránea de las cuencas superficiales identificadas y de los sistemas de flujo presentes. Resultados asequibles definen que es factible usar herramientas de extremado bajo costo como la temperatura del agua subterránea, como indicador de salinidad del agua o de la presencia de un elemento químico no deseado en la red de abastecimiento de agua potable.
Dentro de las acciones del Simposio-Taller se presentaron 17 trabajos; asimismo se tuvieron asambleas informativas de ALHSUD, AIH y CYTED, así como las conferencias inicial y de clausura. Participaron conferenciantes de Brasil (1), Costa Rica (8), España (1), Guatemala (1), México (3), Nicaragua (1), Salvador (1) Uruguay (1), en una jornada de trabajo que se desarrollo del 08 al 10 de abril en el Auditorio EL Rodeo, en el Municipio de Belen. En casos, el resumen presentado no fue concordante con el trabajo presentado en las sesiones del Seminario Taller.
Se expusieron aspectos sobre lo complejo de los procesos de contaminación antrópica, los cuales se manifiestan y se pueden dar por múltiples razones e identificarse en una captación. Contaminación que no nada más puede originarse a nivel del suelo, sino por ejemplo por efectos de intrusión de agua o como por resultado de extracción intensiva, como en Madrid, España, donde la extracción intensa de agua subterránea ha inducido la entrada de As.
Si bien existen más de 40 métodos para determinar la vulnerabilidad a la contaminación del agua subterránea, estos no incorporan la forma de entrada de un contaminante al pozo o agua subterránea. Por otro lado, se sabe que los resultados de la aplicación independiente de esos métodos en una zona en particular no necesariamente reproduce resultados similares o compatibles. Un aspecto que se puede observar es que los métodos hasta ahora diseñados no tienen la exactitud necesaria para dar la protección esperada a captaciones, particularmente estos no describen cómo funciona el fenómeno de contaminación previsto; adicionalmente, es usual que los "programas" usados además de carecer de la incorporación del funcionamiento del agua subterránea, rara vez incluyan la línea "cero" o nivel de fondo de contaminación.
En lo particular en los estudios realizados existe una tendencia de considerar la cuenca (superficial) como el referente de estudio, esto puede ser adecuado para regiones como aquellas de España donde ya hay una gestión administrativa única (y se infiere se cuenta con una definición hidrogeológica clara). En la unión Europea se consideran el agua de la cuenca, el agua costera y el agua de transición. Al parecer, se indica que se intenta gestionar (la mayor parte de los componentes de) el ciclo hidrológico en España (?).
En el sector NE de Costa Rica se definió el marco geológico de interés, se hicieron balances de humedad del suelo calculándose parámetros hidráulicos de las unidades geológicas, se hizo un estimado de la recarga, se definió la "banda" pluviográfica, en campo y se caracterizó la infiltración. Se usaron coeficientes de escorrentía-infiltración, calculándose un balance de humedad de suelo que incorporó la profundidad de las raíces medida en campo. En general el procedimiento de estudio fue realizar balances hídricos. Esta información se incorporó en el paquete ILWISS y los datos se aplicaron utilizando la metodología Drastic, sin embargo, falta un esfuerzo por considerar las variables involucradas en el sentido estricto así como incorporar el funcionamiento del agua subterránea.
En Uruguay se valoró la importancia de la zona no saturada como un amortiguador de intercambio iónico que actúa sobre el contaminante, lo cual puede ser de utilidad para la planificación del uso del terreno en esquemas de rendimiento económico. El trabajo manifiesta la importancia local del suelo en la sensibilidad del terreno a la contaminación.
El sector profundo del acuífero Guarani de la Cuenca de Paraná está compuesto de bloques de intrusiones de diabasa que se encuentran cubiertos por material terrígeno y derrames de basalto. Muchos pozos presentan una evolución de la calidad química del agua, la cual es diferente a la original. En el sentido estricto la calidad del agua del basalto, que es de tipo cálcica, está evolucionando a la de saturación del acuífero Guaraní de tipo sódico-potásica. Esto indica claramente que se tiene un ascenso del sistema de flujo (regional) de agua sódico-potásica debido al esquema de extracción ahí desarrollado donde aunque se extrae agua de un flujo intermedio (cálcico) se induce el primero a los niveles de extracción de los pozos.
En un estudio de delimitación de zonas de recarga en la zona central de Costa Rica, no se conocen todos los pozos (falta un 25%). Se tienen problemas de ordenamiento territorial, con uso del suelo que no protege al agua. Se realizó un diagnóstico para definir zonas de protección de donde se logrará una planificación del territorio. Es notorio que los estudios de protección del agua subterránea sólo incluyen el movimiento horizontal del agua hacia el pozo. Por su parte la ley forestal protege las nacientes, lo que conlleva al pago por servicios ambiéntales, sin embargo, todavía no se tiene una definición exacta de las zonas de recarga y su importancia relativa.
Sólo en una municipalidad se tiene definida una zona de protección por un criterio de precaución. Los perímetros de protección se definen cuando YA se tiene problemas. En los esquemas de gestión se desconoce la jerarquía de los sistemas de flujo que aportan agua a los manantiales. Existe planes para que las comunidades deban incluirse en la gestión del agua. En este sentido, la "nueva ley de agua" incorpora nuevas visiones que incluyen la valoración de la sociedad y aspectos de económica. Se carece de un balance hídrico de los acuíferos y en consecuencia no se le ha dado importancia al funcionamiento del agua subterránea. La estructuración de pago por servicios ambiéntales es en zonas de bosque, mas no en zonas pobladas.
En un estudio en la zona norte de Costa Rica (Heredia), se tiene una zona volcánica extrusiva de tipo andesítico, donde manantiales colgados se presentan en la zona este, el agua aparece y desaparece en las cañadas. Se pretende captar los manantiales hacia la base del acuífero a efecto de evitar que las captaciones existentes se "sequen" en época de estiaje. Se estima que esta acción evitará la falta de agua a las comunidades. No existen obras de protección de las captaciones en los manantiales.
Está implícito que los manantiales se generan localmente (dentro del parte-aguas) por lo que se determina su área de protección con la Ley de Darcy y la distribución del nivel freático. Se reguló el uso del suelo, no permitiendo actividades como el aumento de la población y el desarrollo de la industria, agricultura. Existe una tarifa por servicios ambientales que se carga por el uso del agua de los manantiales para que se ejecuten acciones de protección de las cuencas consideradas. No se hicieron estudios de geoquímica del agua, entre otras investigaciones, para definir la pertinencia de la delimitación de las cuencas superficiales identificadas.
En Costa Rica se tiene una población difusa que tiene una gran influencia en la fuente e impacto de la contaminación y manifiesta un bajo control en la posible mitigación de efectos. Para definir la evapotranspiración ésta se "mide" usando el modelo de Holdrich. La escorrentía se generó sintéticamente. Un resultado del estudio fue generar un mapa de "recarga".
Se corrió la fórmula de Drastic con apoyo de un SIG. En Costa Rica se usaron unas 500 estaciones climatológicas y algunas de Nicaragua. La oferta de agua se marcó únicamente con base en agua superficial. Un bosque consume 15,000 m3/ha/año (?). La variable "Acuífero" no quedó incluida en el modelo Dr-stic. Se estimó que el servicio ambiental se debe establecer como un seguro para que no se tenga un efecto negativo en Costa Rica; se maneja el paisaje, captura de carbono, bosque, agua. El estudio definió donde está el capital agua, no se realizó trabajo de campo y la visión planteada es a nivel preliminar.
La presencia de un medio geológico anisótropo puede presentar ciertas y serias limitantes a los estudios de definición de la vulnerabilidad del agua subterránea a la contaminación, en especial por contaminantes de tipo orgánico aromático. Algunos métodos de geofísica respaldados con muestreo directo de campo pueden ser de ayuda a definir las zonas contaminadas.
En Costa Rica, en particular en el acuífero de Liberia es deseable que se determinen y manejen los términos hidrogeológicos en forma estricta, ya que se encontró que esto puede producir confusión en los aspectos y conclusiones tratadas o recomendadas. Se establece la necesidad de definir y presentar claramente las limitaciones a los cálculos realizados. Se apuntó por ejemplo que se uso un "índice de recarga" en lugar de la "determinación" de la recarga.
En forma similar a otros países de América Latina, los estudios hidrogeológicos realizados en el denominado Valle de Guatemala, requieren de apoyo adicional con investigaciones de tipo integral que permitan conocer el funcionamiento del agua subterránea. Al igual que en muchos otros países de la región, se carece de políticas de extracción de agua subterránea en tiempo y espacio, la extracción no incorpora una planeación de la respuesta de los ecosistemas e hidrológica, como pueden ser problemas de contaminación de agua residual y desechos sólidos. Se carece de planes para regular la extracción y se habla de recarga artificial sin contar con estudios hidrogeológicos y de diagnósticos correspondientes.
En Nicaragua, el programa CATAC de apoyo a Centro América, apuntala el marco legal, político, administrativo, de donde se crean preguntas a resolver con relación al agua subterránea. La dependencia del agua subterránea de las ciudades de Centro América es del 60 al 95% y se incrementa. No existe control sobre las áreas de recarga, además de que se tiene un saneamiento deficiente, un uso irrestricto de agroquímicos y donde las aguas negras se colectan, distribuyen y almacenan en el agua superficial. En general, hasta recientemente el tema del agua subterránea no se tocaba, y en los estudios que sobre ella se realizan ha prevalecido la "adaptación" de métodos de lugares en condiciones climáticas, biológicas y geológicas contrastantes.
Se considera prioritaria la formación de personal especializado en el tema del agua subterránea a todos los niveles. En el CATAC se propuso un estudio sobre el agua subterránea de un sitio clave para cada país Centro América con apoyo promedio de unos $150,000USD. En general falta información para trabajar a nivel regional y local que permita implantar por ejemplo la técnica del DRASTIC, en este sentido se busca una metodología diferente que incluya información existente. A este respecto, la teoría de los sistemas de flujo de J Tóth puede subsanar esas limitaciones de información, ya que el modelo usa datos comúnmente despreciados en este tipo de investigaciones y que son de bajo costo como la topografía, salinidad de suelo, contenido de humedad del suelo, cubierta vegetal nativa, presencia de manantiales, tipo físico-químico del agua de manantiales (y pozos), entre otros.
El entender el funcionamiento del agua subterránea en la parte central de México permite definir el control de su calidad al ser extraída por pozos. La presencia de unos 400 m de espesor de material granular rellenando fosas tectónicas con una secuencia de unos 1,500 m de rocas volcánicas extrusivas de tipo riolítico, permite definir dos flujos de agua con contenido de F, B, temperatura, Ca, Na y SiO2 contrastante. El flujo intermedio (material granular) es agua fría con bajo F, B y Na; el flujo regional (profundo y termal) tiene mayor contenido de F, B, Na y bajo Ca. La eliminación del F en el agua termal se puede establecer: i) no permitiendo que la temperatura llegue a la salida del pozo por arriba de los 30º C, ii) obligando al agua termal a que circule por el material granular, iii) haciendo que el agua termal se enfríe en su ascenso al pozo por medio de velocidades lentas de flujo. Al conocer el funcionamiento del agua subterránea la extracción de agua con F puede ser controlada in situ, sin planta de tratamiento y dentro del acuífero sin producir lodos residuales.
Estudios realizados en un campo geotérmico del Salvador presenta la importancia de la química del agua para diferenciar grupos extremos de agua subterránea y la mezcla de flujos subterráneos. Se induce que la presencia de un control estructural del flujo de agua subterránea por fallas geológicas.
Al noroeste de Costa Rica se tienen usuarios de agua subterránea en una zona relacionada con el proyecto de riego Arenal-Tempisque. El río Tempisque termina en el humedal Palo Verde. El uso de la tierra es para el cultivo de arroz y caña de azúcar, donde se añaden fertilizantes (nitrógeno, fósforo y potasio). En este proyecto se requirió de manejar los datos en forma más adecuada que sólo con realizar promedios de los resultados de los análisis en máximas y mínimas para Cl, Ca, NO3 lo que no permite definir los procesos geoquímicos involucrados. El intentar analizar los resultados geoquímicos como resultado de un sistema integral hubiera sido más indicativo de las condiciones hidrogeológicas presentes. Como se esperaría, se encuentran concentraciones "anormales" de K y PO4 en el humedal resultado del aporte del agua subterránea. Una meta adecuada será intentar definir el sistema hidrogeológico de interés.
El agua subterránea es la principal fuente de abastecimiento en la península de Yucatán, México. El agua subterránea se usa con bajo control, aunado a un bajo saneamiento del agua residual, ha producido problemas de intrusión de agua de salada, entrada de agua residual, lo que limita los volúmenes de agua asequible. El acuífero es el principal elemento de manejo del agua subterránea, al presente se han establecido teorías de manejo con base en respuestas observadas en campo, como la presencia de cenotes. La recarga artificial profunda de agua residual se ha manejado como una solución para su eliminación, sin embargo, se ha encontrado que ésta asciende hasta la zona de extracción de los pozos. La CE se define, evidentemente, como un indicador de salinidad del agua, mas es posible inferir la CE con base en la temperatura del agua.
J. Joel Carrillo Rivera
Costa Rica, 8 - 10 de abril del 2003.
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Pelayo Martínez