Con la llegada de la lluvia nos damos cuenta de que en casa hay goteras.
Ante tal situación podremos hacer varias cosas. Podríamos
olvidarnos de las goteras y dejarlas tal y como están, es probable
que solo sean unas gotas y que en breve vuelva a salir el sol. También
podríamos poner un cubo para que de momento no moje el suelo ni la
alfombra que tanto nos gusta, ni nuestros muebles y, bueno, si el cubo se
llena, lo vaciaremos de vez en cuando. Otra posibilidad sería arreglar
la gotera para evitar que nos estropee el suelo, la alfombra ... ¿cuál
de ellas escogerías?
Si escogiera la primera de las posibilidades lo más probable es que se estropee el suelo y nuestra querida alfombra, además si las lluvias persisten y dejamos que pase el tiempo se acabará cayendo el techo encima. Si decidimos colocar un cubo, la situación estará resuelta momentáneamente porque no se nos estropeará el suelo ni la alfombra ni los muebles, sin embargo, el techo, como en el caso anterior acabará hundiéndose con los años, además tendremos que procurar siempre que el cubo no rebase. Parece que la mejor opción podría ser la de arreglar cuanto antes la dichosa gotera que nos trae de cabeza ¿verdad? Pues bien, hoy nos damos cuenta de que tenemos una gran gotera en nuestro medio ambiente, entonces....¿qué podremos hacer? Puede parecer que la solución está en manos de grandes
dirigentes, sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que es en las
pequeñas cosas del día a día, aquellas que todos
y todas hacemos de forma rutinaria, donde se generan los grandes impactos
al medio ambiente. Como has visto algo tan sencillo como arrancar el coche, abrir la nevera o el grifo y encender la luz o bien consumir productos generados en la industria o en la agricultura, suponen una serie de impactos al medio ambiente de los que generalmente no somos conscientes. No se trata de prescindir de estos servicios que están a nuestro alcance en pro del planeta, pero si de aportar en la medida de lo posible nuestro granito de arena con acciones bien sencillas, porque muchos granos de arena acaban haciendo una montaña. La Red de Autoridades Ambientales ha propuesto una guía de buenas
prácticas ambientales para cada sector y actividad profesional.
Analicemos pues algunas de estas acciones que hacemos día a día
y veamos como podemos mejorarlas: |