Sector ganadero
El mantenimiento de ganado puede generar la contaminanción de
suelos y aguas como consecuencia del vertido incontrolado de residuos
líquidos (purines, productos zoosanitarios, productos de limpieza
y desinfección, aguas procedentes del lavado de animales e instalaciones)
y residuos sólidos (estiércol, animales muertos, sacos de
pienso y diversos tipos de envases). Además supone muchas veces
la degradación del suelo como consecuencia del sobrepastoreo y
el mantenimiento de explotaciones intensivas y la transmisión de
enfermedades debidas a la acumulación de heces y animales muertos.
¿Qué podemos hacer?
- Adecuar el tamaño de establo o parcela al número de
cabezas.
- Llevar un control sanitario para evitar enfermedades.
- Regular el pastoreo con el fin de proteger la flora y la fauna.
- Reducir, a través de la alimentación, la producción
de excrementos y su fluidez.
- Evitar deyecciones directas al medio.
- Separar las heces sólidas (estiércoles) de las líquidas
(purines), y ambas de las aguas de lavado mediante sistemas de enrejillado,
tamizado, ...
- Almacenar y transportar correctamente heces, orines y aguas residuales,
evitando su filtración al medio.
- Reutilizar el estiércol y los purines como fertilizante, en
la fabricación de piensos o la obtención de energía
en forma de biogás (muy interesante en el caso de los purines).
- Aplicar tratamientos de compostaje, desinfección, estabilización,
... a las deyecciones en caso de que su reutilización posterior
lo requiera y siempre que exista peligro de contagio por patógenos.
- No abandonar animales muertos o enfermos.
- Reducir la utilización de envases, plásticos, cartones,
... y tratarlos adecuadamente como Residuos Sólidos Urbanos.
- No vaciar al medio los restos de zoosanitarios y otros productos
químicos, que quedan en los envases.
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