Explotación de aguas superficiales

Embalses

La variabilidad de los caudales de los ríos hace que el hombre haya visto la necesidad de construir embalses con el fin de regular los caudales naturales haciendo que se ajusten mejor a las demandas impuestas por los usos del agua. Los embalses consisten en una presa que actúa de barrera al tránsito natural de las aguas alterando así su cauce natural.

Durante la fase de construcción se producen ya unos daños ambientales como son; contaminación acústica, contaminación de la corriente debido al incremento de partículas en suspensión, disminución de la vegetación como consecuencia de la apertura de canteras, creación de escombreras, movimiento de maquinaria, deforestación de las riberas y proximidades, etc.

Estos embalsamientos de gran cantidad de agua pueden hacer que disminuya la continentalidad del clima (disminución de las temperaturas máximas y aumento de las mínimas como consecuencia del elevado calor específico del agua) y que se produzcan brumas y neblinas en ciertas épocas del año que pueden provocar un incremento de las precipitaciones. Estas nieblas disminuyen además la visibilidad, el calor que recibe la tierra y la protección frente a las heladas.


En lo que se refiere a los recursos hídricos, la regulación de los ríos mediante embalses provoca una discontinuidad en el proceso erosión-transporte-sedimentación al quedar retenidos los sedimentos en la presa (hecho que provoca una disminución de la vida útil del embalse). Supone una modificación de las propiedades físicas y químicas del agua (estratificación térmica, salinización) siendo posible la eutrofización de las aguas embalsadas. Los embalses tienen importantes repercusiones en los caudales aguas abajo de la presa así como en las aguas subterráneas que experimentan oscilaciones del nivel freático.


Presa de Yesa

Las variaciones del nivel del agua en el embalse provocan una desaparición de la vegetación en la zona cercana a la lámina de agua. La vegetación ribereña se ve afectada como consecuencia de las alteraciones del régimen hídrico y el descenso del nivel freático y comienza a desarrollarse vegetación acuática.

Las principales afecciones respecto a la fauna son las siguientes:

  • Destrucción del hábitat natural; disminución de la cobertura vegetal, tendidos eléctricos, pérdida de la zona de ribera
  • Efecto barrera que impide los movimientos de animales (solo capaces de atravesar pequeños cursos de agua) y la reproducción de numerosas especies.
  • Afecciones debidas a los ruidos de las turbinas causando el desplazamiento de las especies más sensibles.
  • Contaminación como consecuencia de la eutrofización y la estratificación del embalse.

El paisaje también queda profundamente transformado por la desaparición o modificación de alguno de sus elementos característicos, la introducción de elementos extraños en el paisaje (presas, obras auxiliares, vías de acceso, líneas telefónicas...) y el impacto visual de la propia lámina de agua.


Además del medio natural, es importante destacar los efectos que tiene la construcción de un embalse sobre la socioeconomía, ya que se producen alteraciones en el sistema territorial y en consecuencia alteraciones en la población y la economía. La construcción de embalses supone en muchas ocasiones la desaparición de núcleos de población, modificaciones del trazado viario, del planeamiento urbanístico y de la estructura territorial lo que repercute en la población variando la ocupación de la misma y alterando su estructura, así como su medio económico.


Trasvases entre cuencas

Cuando las demandas de agua dentro de una cuenca resultan superiores a sus recursos hídricos se intenta compensar esa demanda mediante el aporte de agua de otra cuenca con superavit mediante trasvases. Los trasvases intercuencas corrigen, por tanto, desequilibrios hídricos entre territorios, aunque tienen importantes efectos medioambientales, entre los que cabe destacar los siguientes:

  • Disminución de los caudales circundantes en la cuenca cedente.
  • Efecto barrera para personas y animales ocasionado por el carácter lineal de las infraestructuras del trasvase
  • Alteración del régimen hídrico de la cuenca receptora, así como modificación de los parámetros físico-químicos del agua circundante y de la fauna piscícola.
  • Construcción de embalses.
  • Consumo energético para realizar bombeos en caso de que se requieran elevaciones para trasladar el agua de una cuenca a otra.