La atmósfera es el conjunto de gases que rodea la superficie terrestre. Se divide en una serie de capas que se caracterizan según por el comportamiento de la temperatura respecto a la altura. La primera de estas capas y más cercana a la tierra recibe el nombre de troposfera. Tiene un espesor variable, siendo éste de unos 9 km sobre el nivel del mar en los polos y 16 km sobre el nivel del mar en el ecuador y en ella tienen lugar todos los fenómenos atmosféricos que determinan el clima. Abarca el 75% de la masa total de gases que componen la atmósfera, y en ella la temperatura disminuye con la altura unos 6,5° C por kilómetro en promedio.

La siguiente capa es la estratosfera, que se separa de la anterior por la tropopausa. En ella la temperatura permanece constante con la altura. Esta capa contiene pequeñas cantidades de los gases de la troposfera en densidades proporcionalmente decrecientes a la altura. También incluye cantidades bajísimas de Ozono (O3) que filtran el 99% de los rayos ultravioleta (UV) provenientes de las radiaciones solares (Miller, 1991). Es esta absorción de UV la que hace ascender la temperatura hasta cerca de los 0°C. Este perfil de temperaturas permite que la capa sea muy estable y evita turbulencias, algo que caracteriza a la estratosfera.

Aproximadamente a los 50 km de altitud se alcanza la estratopausa, que al igual que la tropopausa, tiene una temperatura constante respecto a la altura. A partir de la estratopausa se produce una disminución progresiva de la temperatura con la altura hasta alcanzar los -80º C, disminución que caracteriza a la tercera capa atmosférica llamada mesosfera. Por encima de esta capa se encuentra la exosfera en la cual la temperatura asciende continuamente hasta aproximadamente 1000º C.