De acuerdo con el Convenio sobre la Diversidad Biológica, la biodiversidad es la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos procesos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie (genética), entre las especies y de los ecosistemas.
  • Diversidad genética: hace referencia a la variabilidad de individuos dentro de una misma población o bien de poblaciones distintas de una misma especie como consecuencia de la distinta composición genética de cada uno.
    La diversidad genética es la materia prima sobre la que opera la evolución en última instancia. Los genes son una parte de las células donde está almacenado el material hereditario que pasa de una generación a otra. Cada gen posee información sobre una o varias características físicas (como el color de la piel), controla funciones reguladoras de la vida (como la elaboración de proteínas) o puede albergar información relacionada con el comportamiento (mayor o menor agresividad).
    Sin embargo, los genes de los diferentes miembros de una misma especie no son copias exactas. Así, las numerosas variedades de maíz que existen contienen genes distintos, y es esta diversidad la que propicia que algunas plantas sean resistentes a las plagas mientras otras son fácilmente infestadas.

  • Diversidad de especies: se refiere a la variabilidad de especies de un lugar determinado. El número de especies descritas a nivel mundial es muy numeroso, alrededor de 1.750.000, sin embargo se estima que existe un gran número de especies por describir por falta de medios o por difícil taxonomía como en el caso de las bacterias y los virus, ascendiendo la cifra hasta 14 millones o más. Su distribución es además irregular, existen zonas con un gran número de especies (hotspot) y zonas donde el número de especies es muy limitado.


Las dimensiones de la biodiversidad


Fuente: Delibes de Castro, M.2001, "Vida. La naturaleza en peligro". Ed. Temas de Hoy, Madrid

  • Diversidad de ecosistemas: La diversidad de ecosistemas se debe a las diferentes condiciones climáticas y geográficas -entre otras- que ocurren en cada lugar.

En términos generales la diversidad biológica suele referirse a la diversidad de especies. La importancia de la diversidad biológica radica en la amplia variedad de servicios ambientales que prestan los organismos vivos, servicios que en muchas ocasiones son poco conocidos y raras veces valorados en los términos económicos que maneja el hombre, lo cual deja relegada a la biodiversidad a su actual papel secundario, desde luego poco o n`<'WP @( \N+.K(~7,_4Ƞ䲀P @(<qJwZŻ;tM{|ƱxqkE3I_nl_>]'4&HD/BL-x)|GxO8RNKF6fP&*ʇ*Y[:&5OӒu9d(EV[=ݯѧn'콅|>+q?S;z=}߯kݳgϻf٦WJ{*wu[㮛}S]{{ݷsu9Oײx$](O1G=CػXevs^y)?7fpkwsv_^{{rz{tXgϮoۻ?o: _b2t~*%QGn,dA%̑N\1诫{qۊ}S_/LrT̃ךŗ]FE/ws6;bdzvbQk|!&[BuGE޲vUeTDTwQQbq\4VĦ]G'yQYwz)Af_m/鉿 kQf>q\[6AbV%ev*JUkZmW+ZpQDMW+Jz$24U|ZjMujFUT]舭wYr/M`f!W)\)Jo;dFbRfu,cH֯L[3_}?7>!-5+0l/fy|{s+ĕ܊M1z׷:nFVtY'y=־$W1v1,FnٹQډn'+zdӡ0Ÿ|Gapp*U>v7 U;䀑dh8SU平Ty. ?Ǜ W- ڱ$11F>7*GL׳c;ѹȮo녳!]ݬYܞnN֚Y,m&ױhqLM3"[.OE{(nI+B@`'id#3H GL7cWNUY "l֝cce:#Gcz#$ ݢ5v[|N*ʤ[}(C%db 6*DT% #eP5|{DxÝw7Ȍ];Jq$w*2)AkbF7B n!r؜㚙QO+4`]aK:K2DiU%I+1krVsIyטnr+nX^5UHUDDDnֺVAj|+Ǭ v+kQFT% !gˣ83l npH0ȟ"1:\\l}9+Gż}J;X@슫VdjcvJhe#U#$KRG=xYr8LYɑɢWGDd3!F6V6u]ZG=oiDP @(4 Cɼ-E(%s<'#{#x&NFڻFknǎ{|4{LT?-245s<~wq b93W&98.ǺT"4.#gNJ7G5R>;g(ߏHe6;bT: Np@Tä


b) Como fuente de alimentos

En la actualidad 20 especies vegetales proporcionan el 90% de la contribución del reino vegetal a la energía dietética humana en todo el mundo, y solamente nueve especies: trigo, maíz, arroz, cebada, mijo, patatas, batatas, caña de azúcar y soja, suponen más del 70%, de las cuales sólo las tres primeras ya proporcionan más del 50%. Sin embargo se estima que existen entre 10 000 y 75 000 especies comestibles.

Hoy sabemos la composición de la mayor parte de los alimentos que consumimos. Entre ellos, existen especies, básicamente vegetales, de elevado valor biológico y de cuya ingesta pueden derivarse la prevención de algunas enfermedades, la mejora de las mismas o el mantenimiento del buen estado en general. Este aspecto positivo de los alimentos sobre nuestra salud es posible gracias a la disponibilidad de especies, de las que, como antes se dijo, aún nos queda un gran número por conocer.

Las especies suponen además eslavones en las cadenas alimentarias de los seres vivos y sin su presencia resultarían dañados o se perderían.

c) Como reserva genética

Cada especie constituye un elemento único en la naturaleza y es producto de muchos años de evolución. La diversidad genética ofrece todo un banco genético natural de especies silvestres de enorme interés para mejorar los cultivos o para producir nuevas variedades resistentes a climas cambiantes y a nuevas plagas y enfermedades.