Salinización

Los suelos en los que se produce una acumulación de sales más solubles que el yeso, suficiente para intervenir en el crecimiento de la mayoría de los cultivos y otras plantas no especializadas se denominan suelos salinos.

La salinización constituye un proceso a través del cual la concentración de sales en el agua y en el suelo aumenta debido a fenómenos naturales, o más frecuentemente, a fenómenos antropogénicos.

La fuente primaria natural de sales en los suelos es la alteración de las rocas que forman parte del manto superior de la corteza terrestre, rocas de origen marino, sedimentario evaporítico o volcánico. Aunque también son importantes las deposiciones atmósféricas de aerosoles secos y húmedos en zonas próximas a la costa y las intrusiones marinas. En estos casos la salinización es natural y el suelo no debe considerarse degradado aunque presente problemas derivados del exceso de sales. Es en el caso de que la salinización haya sido inducida por el hombre cuando el suelo se considera degradado. Las principales acciones humanas que han dado lugar a salinización son:

 

 

Actividades agrícolas:
  • Uso de fertilizantes inadecuados
  • Riego con aguas residuales depuradas con polielectrolitos
Transformaciones en regadío:
  • Riego con aguas de elevado contenido salino
  • Elevación del nivel de la capa freática
  • Mojado de materiales con elevada capacidad potencial para actuar como centro de redistribución de sales
  • Riego continuado sin drenaje, que provoca una acumulación de sales en la zona radicular
Actividades industriales y mineras:
  • Han aumentado las emisiones a la atmósfera en óxidos de nitrógeno y compuestos de azufre, que son devueltos al suelo por las lluvias. La minería puede dejar en superficie materiales salinos o sódicos.


El exceso de salinidad en la zona de enraizamiento reduce o impide el crecimiento de los cultivos, ya que la planta invierte gran energía para adquirir el agua del suelo y realizar los ajustes bioquímicos necesarios para sobrevivir. Es posible que haya paso de agua de la planta al suelo (plasmólisis).

Otro efecto importante es que puede aumentar la concentración de algunos iones que afectan a la fisiología de la planta, al resultar tóxicos o provocar desequilibrios en el metabolismo de nutrientes.

Los suelos fuertemente afectados por la salinidad presentan horizontes de diagnóstico sálicos, es decir horizontes con acumulaciones de sales. En el campo los suelos salinos suelen reconocerse por la presencia de eflorescencias formadas por sales precipitadas a partir de soluciones que ascienden a la superficie, por fenómenos de capilaridad y evaporación durante los periodos secos.