El suelo es un medio poroso estructurado, biológicamente activo, desarrollado en la superficie continental de nuestro planeta. Este material soporta vida y continúa evolucionando desde su formación, a través de procesos dirigidos por sus influencias biológicas, climáticas, geológicas y topográficas.

Los suelos son sistemas naturales que mantienen interrelaciones con los otros componentes de los ecosistemas terrestres a través de flujos interactivos.

La importancia del suelo reside en las funciones que desempeña en el medio ambiente y en la socioeconomía. Estas funciones son:

  • Producción de biomasa. Los suelos sirven de sustrato para una amplia variedad de plantas, animales y microorganismos que contribuyen a crear un medio que resulta básico para la producción primaria de los ecosistemas terrestres. Así aportan aire, agua y nutrientes para las plantas además de una base fija de soporte.


  • Regulación medioambiental. El suelo actúa como medio protector del agua gracias a su capacidad amortiguadora, transformadora y de filtro. De este modo, los contaminantes procedentes de la atmósfera y otras fuentes, son retenidos por la filtros físico-químicos y químicos y procesos de adsoción, de modo que no alcanzan las aguas subterráneas ni las cadenas tróficas. El suelo además regula los aportes de agua externos reduciendo el impacto de fuertes precipitaciones sobre otros sistemas (ríos, lagos, acuíferos).


  • Hábitat biológico. El suelo sirve de hábitat para un gran número de especies, un puñado de suelo puede contener más de un billón de organismos de millares de especies. La presencia de microorganismos es de vital importancia ya que son los responsables de la descomposición, conversión y síntesis de sustancias orgánicas que hacen que se cierren los ciclos de la materia y de algunos elementos. Además suponen una reserva genética de gran importancia potencial para procesos biotecnológicos en los campos de la industria farmaceútica y producción agroalimentaria.

Entre las funciones socioeconómicas destacan:

  • Medio físico. El suelo sirve de base espacial para el desarrollo de estructuras técnicas, industriales y socioeconómicas


  • Fuente de materias primas. El suelo es también fuente de materias primas para numerosas actividades. La extracción de turba, grava, arena, arcilla, rocas, agua, etc. son una importante función económica del suelo.


  • Medio histórico. El territorio y los paisajes actuales constituyen una herencia de procesos climáticos, geomorfológicos y edafológicos pasados. Los suelos preservan yacimientos arqueológicos y actúan como una especie de testimonio también para sucesos catastróficos, impactos antrópicos...