La investigación sobre
meteoritos y geología planetaria ha abierto
una puerta a nuevos desafíos científicos y
tecnológicos y se ha beneficiado, durante el
último medio siglo, de la abundante información
procedente de las misiones espaciales. No es una
casualidad que el primer científico que pisó la
Luna fuera un geólogo, Harrison Schmitt, en la
misión Apolo 17.
En el ámbito de las
geociencias, los meteoritos se consideran
piezas clave para desentrañar cómo se
desarrollaron los procesos primigenios en la
nebulosa solar primitiva, lo que unido al estudio
de sus impactos en la Tierra y otros planetas
tiene claras implicaciones astrobiológicas. La
geología planetaria es una disciplina que,
siendo relativamente nueva, se imbrica con las
investigaciones clásicas que se vienen
desarrollando en otras áreas científicos. La
astronomía y astrofísica, la cosmogeoquímica y la
propia geología terrestre son los peldaños sobre
los que se apoya y, por ello, en algunas ocasiones
es difícil definir dónde comienza una y acaban
otras.
En este contexto, el
Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha
(Cuenca) organiza el Congreso Ibérico de
Meteoritos y Geología Planetaria, con el
respaldo, como instituciones promotoras, del
Ilustre Colegio Oficial de Geólogos, del Foro de
meteoritos y geología planetaria (MERGE) de la
RedIRIS, de The Planetary Society (junto con sus
correspondientes delegaciones en Portugal y
España) y del Centro de Astrobiología (Centro
mixto CSIC-INTA asociado al NASA Astrobiology
Institute).
El marco de actuación no
podía ser el más adecuado. Cuenca, además de
ser Patrimonio de la Humanidad, es una de las
escasísimas ciudades españolas que cuenta con la
caída verificada, en 1929, de un meteorito: la
condrita de Olmedilla de Alarcón. También es el
sitio donde se encuentra una obra de arte, única
en España, perteneciente a la escuela cretense de
Meteora: el Díptico de los Déspotas del Epiro, un
relicario, que data del siglo XIV.
Para el desarrollo del
Congreso, se contará con la participación de
conferenciantes de reconocido prestigio, y se
promoverá la participación de especialistas desde
una perspectiva amplia. Todo ello bajo la
supervisión de un comité científico de expertos en
distintas disciplinas relacionadas con el tema,
pertenecientes a varias instituciones,
universidades y organismos públicos de
investigación.