¿Cómo influyen las
creencias espirituales y religiosas en la protección o degradación
del ambiente?
Las actitudes humanas y sociales están profundamente influenciadas
por sus creencias espirituales y religiosas. Si el ambiente, o sus componentes
principales, son considerados sagrados, con alto contenido espiritual o
religioso, las actitudes y prácticas que se deriven en su tratamiento
serán respetuosas para con los mismos.
Cuando las creencias sociales no le dan importancia al ambiente o a
los elementos que lo componen, entonces se abre camino para el desencadenamiento
de actitudes degradatorias.
Es posible saber las creencias de un pueblo a través de la forma
en que trata el medio donde habita.
¿Porqué se sostiene que los pueblos nativos de América
tenían estrategias ambientales sostenibles?
Las creencias y visiones de los pueblos nativos de América le
daban una importancia especial a los elementos de la naturaleza. Estos
no eran concebidos como un instrumento de la producción o mercancías
a ser intercambiadas, sino como fuerzas espirituales que debían
ser respetadas o temidas, y por lo tanto tratadas con suma atención.
¿En qué consiste la cultura ambiental degradatoria?
Las culturas degradatorias no tienen en cuenta la preservación
o protección del ambiente. Los elementos de la naturaleza pueden
ser utilizados, eliminados o destruidos sin que ello afecte los valores
en que se basa la sociedad.
Históricamente ha habido numerosas culturas que han actuado
en forma imprevisora o degradatoria provocando la destrucción de
los propios recursos de los que dependían para su sobrevivencia.
Tal vez el caso del Imperio Romano que promovió la deforestación
de los bosques mediterráneos para practicar una agricultura insostenible
es uno de los más ilustrativos.
La cultura industrial y capitalista se basa en principios similares,
e incluso más despreciativos de la naturaleza. Los elementos
del ambiente son mercancías o medios de producción para obtenerlas,
se los mide en dinero, se los considera reemplazables o simplemente prescindibles.
El resultado de esta filosofía es la destrucción de la mayor
parte de los ecosistemas, disminución de la diversidad y degradación
de tierra, mar y aire.
¿De qué forma habría que cambiar las creencias
y prácticas para proteger y enriquecer los recursos ambientales?
En nuestra opinión se puede enfocar el problema de dos formas.
En primer lugar, es importante que la gente comprenda la verdadera vulnerabilidad
y fragilidad de los sistemas naturales terrestre de los que todos dependemos.
Esto se puede demostrar con datos concretos acerca de las tendencias recientes
en la salud ambiental del planeta. En segundo lugar, se requerirá
modificar las escalas de valores y concepciones espirituales acerca de
la naturaleza. Cuando haya una base de comprensión y una de
identificación con el planeta en que vivimos será mucho más
fácil ponernos de acuerdo para defenderlo.
¿Cuál puede ser el rol de la educación en el desarrollo
de una cultura ambiental apropiada y armónica?
Lo anterior solo es posible a través de estrategias educativas
adecuadas. Una parte de ellas se relacionan con los sistemas formales e
institucionales de educación que deben ser reformados para insistir
y concientizar sobre la función verdadera de la naturaleza y nuestra
identidad con las fuerzas que la componen. Otra parte se logrará
a través de los diferentes medios de acción social incluyendo
sobre todo el contenido y forma de los mensajes que difunden los medios
de comunicación (radio, televisión, periódicos, cine,
teatro, literatura, Internet)
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