¿Cómo se crean y resuelven
los litigios internacionales por el uso del agua?
Los litigios internacionales por el uso del agua surgen en cuencas hidrográficas
o acuíferos compartidos por dos o más países.
Cuando unilateralmente se utilizan los recursos hídricos por una
de las partes, los otros interesados pueden verse perjudicados en sus expectativas
desarrollándose conflictos que a veces son de difícil resolución.
En algunas cuencas, los países que comparten el territorio de las
mismas se pusieron de acuerdo creando organismos de gestión multilaterales
(caso de la cuenca del río Rin en Europa). En otras, la diferencia
de poder político o económico hace que uno de los países
utilice las aguas sin consultar o con mínimas consultas a los demás.
Es claro que la mejor forma de resolver estos problemas es mediante el
diálogo entre las naciones involucradas, y la adopción de
una normativa que contemple los intereses y aspiraciones de las partes.
¿Qué tipo de problemas genera la conflictividad
entre tipos de uso hídrico?
El agua puede utilizarse para múltiples propósitos: riego,
consumo humano, consumo industrial, producción de energía,
pesca, recreación, transporte, etc.
Cuando los recursos hídricos son abundantes es posible que estos
diferentes tipos de uso no entren en contradicción. Sin embargo
hay casos en que es necesario optar por un uso en detrimento de otro.
Esto genera problemas con las partes que se sienten perjudicadas que a
veces deben resolverse a través de negociaciones y concesiones de
algún tipo (por ejemplo, cediendo una parte de los recursos hídricos
o acuerdos de otro tipo).
¿Qué significa la gestión integral del recurso
hídrico?
La gestión integral del recurso hídrico implica reconocer
y tener en cuenta todos las funciones que cumple el agua en un territorio.
Así, la gestión integral de una cuenca debe tener en cuenta
la producción de energía hidroeléctrica, la producción
pesquera, el transporte, la recreación, el riego y otros aspectos
que compitan por el aprovechamiento del recurso.
En estos casos se trata de optimizar la utilización del agua,
buscando las complementaciones más apropiadas para preservar los
geo y ecosistemas y asegurar el mayor rendimiento productivo de los esfuerzos
sociales en un marco de equidad y sostenibilidad efectiva.
¿Porqué la gestión de cuencas debe ser participativa?
La gestión de cuencas realizada en forma autoritaria o burocrática
suele tener efectos negativos sobre los sistemas naturales y el entramado
social.
Para disponer de todos los elementos de juicio que se requieren para
tomar decisiones en esa materia es necesario reunir todas las partes involucradas,
así como las personas con la experiencia necesaria para aportar
la información y puntos de vista, con miras a lograr consensos sobre
la mejor forma de manejar el recurso en forma apropiada y sostenible.
¿Cómo se pueden coordinar los diferentes intereses existentes
en el manejo del agua?
La coordinación de intereses sociales potencialmente conflictivos
se logra buscando consensos y asegurando instrumentos de discusión
y negociación que permitan obtenerlo. En todos los casos es
mejor encarar los problemas actuales o futuros antes que resulte difícil
controlarlos. En el tema del agua estos principios son válidos.
Corresponde definir todos los intereses en juego incluyendo los de las
generaciones futuras y la necesidad de preservar los eco y geosistemas
y luego crear instrumentos y una atmósfera adecuada para negociar
y acordar formas de gestión y de distribución del uso del
recurso.
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